El domingo, Rusia informó que China respaldó los esfuerzos del presidente Vladímir Putin para estabilizar el país después de una rebelión frustrada contra el Kremlin liderada por un ejército de mercenarios. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso declaró que durante una visita no anunciada a Beijing, el viceministro de Exteriores ruso, Andrei Rudenko, recibió el apoyo de China hacia los líderes de Moscú. El comunicado ruso señaló que China expresó su apoyo a los esfuerzos de Rusia para estabilizar la situación en el país tras los eventos del 24 de junio, y reafirmó su interés en fortalecer la unidad y la prosperidad de Rusia.
Durante su visita, Rudenko se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores chino, Qin Gang, para discutir asuntos internacionales y regionales de interés común, según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores chino en su sitio web.
La visita de Rudenko tuvo lugar un día después de que Yevgeny Prigozhin, líder del ejército mercenario privado Grupo Wagner, ordenara a sus tropas marchar hacia Moscú, representando el mayor desafío a los más de dos décadas de gobierno de Putin. Sin embargo, más tarde Prigozhin llegó a un acuerdo con el Kremlin para exiliarse. No está claro si la visita de Rudenko a China estuvo relacionada con esta rebelión.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino declaró en un comunicado que el levantamiento era un asunto interno de Rusia. Aunque China y Rusia no son aliados formales, han mantenido estrechos vínculos durante la invasión de Ucrania por parte de Rusia, a la cual China se ha negado a condenar.
Mientras tanto, Estados Unidos y otras potencias occidentales han instado a China a no suministrar armas a Rusia que puedan ser utilizadas en el conflicto de Ucrania. En mayo, China envió un enviado a Ucrania y Rusia en un intento de mediar en las conversaciones para poner fin a la guerra.
Durante su estancia en Beijing, Rudenko también sostuvo conversaciones con el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Ma Zhaoxu. Ambas partes se comprometieron a fortalecer la solidaridad y la cooperación, y a promover la Organización de Cooperación de Shanghái, un grupo regional centrado en la seguridad al que pertenecen tanto Rusia como China, según una lectura de las conversaciones realizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
Aunque fue de corta duración, los analistas sostienen que la revuelta del Grupo Wagner expuso nuevas debilidades de Putin, cuya imagen ya ha sido dañada por la guerra de Ucrania que ha durado 16 meses y ha cobrado la vida de numerosos soldados rusos.