Para que un desarrollo tenga éxito los propietarios tendrán que tener una visión clara. Que a través de su personal ejecutivo se enfoquen en la implementación efectiva, para que en cierto plazo tengan la rentabilidad deseada. Es fundamental contratar perfiles ejecutivos fuera de serie, creativos, con actitud y que jamás digan no se puede. Deberán comprender la visión y trabajar en estrecha colaboración con los propietarios y así identificar los objetivos y asegurarse de que se permee en toda la organización.
Para garantizar coherencia entre la visión de los propietarios y los objetivos del negocio es muy importante validar la visión con los clientes para asegurar su alineación con las necesidades y deseos del mercado. También lo es implementar efectivamente la visión en la operación y el marketing, transmitirla a todo el personal y utilizarla como guía para la toma de decisiones en la operación, el marketing y en lo general.
La creación de cultura de servicio al cliente, más allá de lo convencional se fomenta a toda la organización, incluyendo la formación y el desarrollo de los empleados. Es aconsejable que el director que lidere el área de RRHH sea la persona del equipo que más sobresalga para que pueda llevar a cabo esta tarea tan importante.
Existen varias áreas para medición del éxito y sus alcances: ingresos, rentabilidad, retención, satisfacción de clientes. Cada empresa debe identificar sus KPI (Indicadores Clave de Rendimiento, por sus siglas en inglés) y dar retroalimentación a todos para las mejoras continuas.
La idea principal es destacar cómo la comunicación efectiva y la colaboración entre los propietarios, CEO y COO pueden tener un impacto significativo en el éxito a largo plazo. Para evitar malentendidos y confusiones entre ambos lados es necesario definir los roles y responsabilidades de los dueños y CEO; a la vez que establecer metas y objetivos realistas, trabajar en colaboración para definir los objetivos y metas a largo plazo.
La comunicación abierta y honesta es otro ingrediente básico para el éxito. Incluye la retroalimentación para que los dueños se mantengan informados y el CEO tenga el apoyo para la toma de decisiones. La visión de los dueños debe ser clara para que el CEO realice las misiones y planes de acción concretos y efectivos. Por último: fijar objetivos de crecimiento por fases y mantener una relación positiva y de confianza entre todos.
Los propietarios deben involucrarse en el proceso y definir una visión clara; establecer objetivos medibles para que se garantice que el proyecto se desenvuelva por el rumbo deseado. Velar por la calidad del proyecto, proporcionar recursos necesarios y retroalimentación regularmente: los dueños tienen la responsabilidad de fijar una dirección clara.
La inclusión es fundamental para garantizar una fuerza laboral y una base de clientes más amplia y disponible. Todo tendrá un impacto positivo en la rentabilidad del proyecto. Yo le llamo tener una cultura de apertura y tolerancia.
Una de las áreas de mayor influencia y vital es la de RRHH; debe ser rigurosa e igualitaria en su proceso de selección y promoción del personal.
La motivación y excelente trato son clave para que todo el personal sea exitoso y tenga desarrollo de vida y que la compañía, a su vez, trascienda. Hay que ofrecer oportunidades de desarrollo y crecimiento; proporcionar reconocimientos y recompensas; fomentar la comunicación abierta y un ambiente de trabajo acogedor y positivo; flexibilidad, que puedan equilibrar sus vidas en lo laboral y personal: salario justo y competitivo (no todo se arregla con ánimos y con una palmadita); plan de seguro de salud, días de vacaciones remunerados, incentivos económicos, capacitaciones constantes por áreas. Por sobre todas las cosas, la empresa debe asegurar un contrato interno de trabajo, donde el trato justo sea primordial.
Si queremos posicionar nuestra compañía y que todo sea un éxito, debemos crear un servicio sobresaliente y excepcional; esto se logra yendo más allá del lujo, pues este se ha vuelto demasiado accesible a todo el mundo. El verdadero lujo consiste en cosas que el dinero no puede comprar: no malgastar el tiempo de nadie, dar bienestar y tranquilidad -crear un entorno perfecto-; entender que el servicio es como el amor, con cuidados y caricias; dar en todo momento espacio a los clientes y huéspedes, no entrometerse sino más bien crear un servicio invisible.
La clave es saber cómo dar un servicio que conecte emocionalmente y toque los corazones y las almas de los clientes, propietarios y huéspedes… ¡todo un tema! Pero lograr esto será realidad siempre y cuando se aplique la metodología y los procesos adecuados.
No hay que olvidar ser generosos con quien lo necesita -hacer cosas sin esperar nada a cambio, esto es lo que nos hace únicos-.
Los que verdaderamente marcan diferencia son los que componen el personal de línea. Son los que siempre están en contacto y deben satisfacer las demandas de los clientes y estar dispuestos a ir más allá para asegurarse que toda necesidad sea atendida.
El personal administrativo deberá asegurarse que la logística detrás del servicio esté al 100%. Como proveedor interno su labor es de suma importancia. La capacitación constante y darles todas las herramientas de trabajo para su rapidez es vital.
Es importante el uso de la tecnología para apoyar a los procesos. La tecnología dependerá de las necesidades de la compañía y esta deberá servir para facilitar el trabajo operativo y administrativo.
Un tip adicional: Invertir en la autenticidad mexicana para preservar la cultura y las tradiciones en la comida y las costumbres… ¡es siempre una buena idea!