Estados Unidos anunció nuevas restricciones de visado dirigidas a funcionarios de gobiernos centroamericanos que, según Washington, están involucrados en prácticas de explotación relacionadas con las misiones médicas cubanas. La medida fue informada este martes por el secretario de Estado, Marco Rubio, quien señaló que se busca responsabilizar a quienes apoyan lo que describió como “trabajo forzado” dentro de estos programas internacionales.
Denuncia de explotación y enriquecimiento del régimen cubano
En el comunicado oficial, Rubio afirmó que estas misiones médicas constituyen un esquema de exportación de mano de obra que “abusa de los participantes, enriquece al corrupto régimen cubano y priva a los cubanos de a pie de una atención médica esencial en su patria”. Esta crítica se alinea con la postura histórica de Estados Unidos, que ha denunciado repetidamente que los profesionales de la salud cubanos enviados al extranjero trabajan en condiciones coercitivas y bajo vigilancia estatal.
Aunque no se revelaron los nombres de los funcionarios ni los países centroamericanos involucrados, el gobierno estadounidense dejó claro que la política busca disuadir el respaldo a estos programas, que Cuba presenta como actos de solidaridad internacional.
Sin respuesta inmediata desde La Habana
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios tras el anuncio. No obstante, históricamente, el gobierno cubano ha defendido sus misiones médicas como expresiones de cooperación altruista, rechazando rotundamente las acusaciones de explotación.
Este nuevo paquete de restricciones de visado subraya el endurecimiento de la política exterior estadounidense hacia los países que, directa o indirectamente, colaboran con el programa médico internacional de Cuba, y apunta a aumentar la presión diplomática en la región.
