Ecuador ha experimentado cambios de gobierno, conflictos de intereses y disputas entre poderes, creando un escenario político en constante transformación.
El mecanismo constitucional llamado «muerte cruzada» ha generado controversia. Permite al presidente disolver la Asamblea Nacional en ciertos escenarios previstos en la Constitución.
La «muerte cruzada» se activa cuando los legisladores obstaculizan la capacidad del presidente para gobernar, en casos de crisis política y conmoción interna, o cuando el poder legislativo excede sus competencias. El presidente puede disolver el órgano legislativo y convocar a elecciones.
Este mecanismo ha sido utilizado en momentos clave de la historia política de Ecuador para enfrentar situaciones de confrontación y buscar soluciones a la parálisis institucional. Sin embargo, su legalidad y legitimidad han sido objeto de debate y críticas a nivel nacional e internacional.
La «muerte cruzada» no es exclusiva de Ecuador, ya que otros países de la región han implementado mecanismos similares en momentos de crisis política. Esto ha generado discusiones sobre su impacto en la democracia y el equilibrio de poderes.
En conclusión, la inestabilidad política en Ecuador ha llevado a la adopción del controvertido mecanismo de la «muerte cruzada» como una herramienta constitucional. Si bien ha sido utilizada en diversas ocasiones, su aplicación continúa siendo objeto de debate y cuestionamiento en términos de su legalidad y su efecto en la estabilidad democrática del país.