En medio de una escalada de violencia protagonizada por bandas del crimen organizado, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció en una entrevista con la radio «FM Mundo» que su país se encuentra en estado de guerra. La grave situación ha llevado al mandatario a buscar asistencia internacional, contando ya con el respaldo de más de 38 naciones, entre ellas Argentina y Estados Unidos.
«Estamos trabajando con más de 38 naciones que van a dar asistencia internacional. Hemos aceptado el apoyo de Argentina y de Estados Unidos», declaró Noboa, enfatizando la necesidad de apoyo militar en términos de fuerza de personas, soldados, así como asistencia en inteligencia, artillería y equipamiento. El presidente subrayó la importancia de dejar de lado el ego y la vanidad en este momento crítico y aprovechar la colaboración global.
El miércoles, el mandatario reiteró su posición de no negociar ni ceder ante los grupos del crimen organizado responsables de las acciones violentas que llevaron a la declaración del conflicto armado interno. «Estamos en un estado de guerra y no podemos ceder ante estos terroristas», afirmó en su primera intervención pública desde el inicio de la crisis de seguridad.
Noboa reconoció la magnitud de los desafíos económicos que enfrentará el país en medio de este conflicto. En una entrevista reciente, expresó la necesidad de tomar medidas duras económicas y llamó a la unidad en la Asamblea Nacional para abordar los gastos relacionados con la guerra contra el narcotráfico. «Debemos tomar medidas duras económicas y debemos estar alineados porque una guerra cuesta y cuesta dinero», enfatizó.
A pesar de la urgencia de estas medidas, el presidente no proporcionó detalles específicos sobre las acciones económicas que se tomarán ni los proyectos de ley que podrían implementarse. No obstante, en una entrevista anterior, descartó el aumento de impuestos, destacando la importancia de no imponer una mayor carga a la ciudadanía en momentos difíciles.
En el ámbito económico, el ministro de Economía y Finanzas, Juan Carlos Vega, anticipó recortes en los subsidios a los combustibles y la reducción de gastos de empresas públicas por alrededor de 1.000 millones de dólares. Estos esfuerzos buscan abordar un déficit fiscal que cerró el año 2023 en casi 6.000 millones de dólares, evidenciando un «hueco fiscal» generado cuando los ingresos del Gobierno no logran cubrir los gastos.
En este contexto, la crisis en Ecuador no solo plantea desafíos militares sino también económicos, obligando a las autoridades a tomar medidas significativas para proteger la seguridad del país y su estabilidad financiera. La colaboración internacional y la adopción de medidas económicas rigurosas se presentan como imperativos para superar estos desafíos.