EL CENTRO DE Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) destacó en su análisis semanal una preocupante tendencia en la economía mexicana: la ralentización de la inversión y el consumo.
La finalización de importantes proyectos del gobierno, como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, junto con la creciente incertidumbre política, han provocado una desaceleración del dinamismo económico.
La inversión fija bruta, un indicador fundamental para medir el dinamismo productivo del país, cayó un 1.0% en junio respecto al mes anterior.
Aunque en términos anuales creció un escaso 0.7%, este es su avance más bajo desde marzo de 2021. Este estancamiento es particularmente preocupante dado el contexto de oportunidades que presenta el nearshoring.
México podría estar dejando pasar la oportunidad de atraer inversiones extranjeras ante un entorno global que favorece el traslado de operaciones hacia países más cercanos a los centros de consumo de América del Norte.
La reciente aprobación de la reforma al Poder Judicial también añade un componente de incertidumbre.
Si bien las reformas estructurales son necesarias, la percepción de inestabilidad puede frenar decisiones de inversión, afectando negativamente sectores clave de la economía.
En cuanto a las finanzas públicas, el gobierno asegura que sus balances están en línea con las metas fiscales, y que la deuda es sostenible.
Sin embargo, el CEESP advierte que estas proyecciones están basadas en estimaciones optimistas.
Entre enero y julio, los ingresos del sector público crecieron un modesto 3.3%, mientras que el gasto aumentó un considerable 10.8%, lo que sugiere que el control del gasto público será un desafío clave en los próximos meses.
Otro elemento preocupante es la desaceleración del consumo privado, el cual creció apenas un 2.5% en junio, su menor tasa en tres meses.
Esto indica que la demanda interna, un motor crucial para el crecimiento económico, está perdiendo fuerza.
Las expectativas para el Producto Interno Bruto (PIB) son igualmente sombrías, con una proyección de crecimiento de 1.56% para 2024, una cifra baja en comparación con los años anteriores.
EL TRÁFICO DE pasajeros en los aeropuertos operados por el Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMA) registró en agosto su tercera caída consecutiva, con una baja de 6.6%. Esta caída, la más pronunciada desde febrero de 2021, se ha visto impulsada principalmente por la disminución del tráfico nacional, que cayó un 8.7%, afectado por factores como la lenta recuperación del turismo en Acapulco tras el huracán Otis. A pesar de ello, el tráfico internacional en
las terminales del grupo comandado por Ricardo Dueñas, ha mostrado un crecimiento de 11.1%, destacando la apertura de nuevas rutas como la de Monterrey a Seúl, por parte de AeroMéxico.
EL SECTOR AUTOMOTOR mexicano continúa mostrando un crecimiento sostenido, con un incremento de 8.3% en la producción de vehículos ligeros en agosto, según el Inegi. Este avance consolida cinco meses consecutivos de crecimiento, destacando como el segundo mejor agosto en ocho años. Las exportaciones, por su parte, también reportaron un aumento de 1.7%, recuperándose tras el descenso en julio. Estos datos reflejan la resiliencia de la industria, que ha mantenido un buen desempeño en lo que va del año, con un crecimiento acumulado de 5.3% en producción y un 7.4% en exportaciones, señalando una tendencia positiva.
LA PROPUESTA DE limitar las importaciones de maíz genéticamente modificado en México podría desencadenar un segundo panel de controversias bajo el T-MEC, según Kenneth Smith, ex negociador del tratado. Esta reforma, que restringe las compras a maíz quebrado, generaría mayores tensiones con Estados Unidos, que ya enfrenta un panel sobre este tema. Smith advierte que esta medida sería más violatoria del acuerdo comercial, lo que podría llevar a sanciones. Con un veredicto pendiente en el primer panel, es probable que las tensiones comerciales se intensifiquen si continúa esta política restrictiva.
GRUPO AEROPORTUARIO DEL Pacífico (GAP) logró recaudar 5 mil 648 millones de pesos, mediante la emisión de un bono a cinco años en la Bolsa Mexicana de Valores, con una demanda 1.2 veces mayor al monto original. Este bono, con vencimiento en 2029, pagará intereses a una tasa variable y los fondos serán destinados al pago de un bono anterior y a inversiones comprometidas en México.