Hoy día Internacional de la Mujer, no es una fiesta sino una conmemoración para que las mujeres sigamos alcanzando la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos. Eso nos recuerda las incansables batallas que muchas generaciones han dado desde principios del siglo 20. Recordamos también, el reconocimiento a las mujeres que el gobierno de Felipe Carrillo Puerto hizo en Yucatán, el siglo pasado para que participaran en elecciones municipales y estatales. También los intentos de reformas para reconocerles el derecho al voto en 1937 con el Presidente lázaro cárdenas y en 1946 por el Presidente Miguel Alemán. Fue hasta 1953 que se logró la reforma Constitucional que reconoció la ciudadanía de las mujeres y su derecho a votar y ser votadas.
Pero no fue sino a partir del 2014, que el incontenible activismo femenino logró la reforma al artículo 41 constitucional que inscribió el principio de la Paridad en el sistema político electoral; esto es, que en ciertas candidaturas participaran el mismo número de mujeres que el mismo número de hombres. Desde entonces, a base de impugnaciones y sentencias ante los Tribunales Electorales se han impulsado reformas a las leyes secundarias en pro de los Derechos Políticos de las mujeres y en contra de la Violencia Política de Género; que además, han sido armonizadas en las legislaciones de todos los estados de la república.
Pero hoy enfrentamos visos de retroceso, pues las reformas a las leyes electorales en el famoso plan “B”, que están en proceso de discusión en el Poder Legislativo afectan seriamente muchos de estos alcances democráticos; algunos plasmado en esas leyes y otros sustentados en acuerdos y sentencias que podrían desconocerse. Este 8 de marzo, hagamos conciencia para luchar porque los logros alcanzados no solo permanezcan, sino que sigan avanzando en beneficio de todas, de nuestra democracia y desde luego de nuestro país
Me despido y les invito a seguirme en Twitter @Cristinalcayaga.