El Gobierno de Argentina denunció este martes «el hostigamiento» que padece su embajada en Caracas, Venezuela, desde el lunes, y acusó al Gobierno del presidente Nicolás Maduro de interrumpir el suministro eléctrico en la sede diplomática.
«Al respecto, advierte al gobierno de Venezuela sobre cualquier acción deliberada que ponga en peligro la seguridad del personal diplomático argentino y de los ciudadanos venezolanos bajo protección», detalló en un comunicado la Cancillería argentina.
En un contexto de creciente tensión diplomática, el portavoz presidencial de Argentina, Manuel Adorni, manifestó que, de acuerdo con la Convención de Caracas, cuando se retiran los diplomáticos deben retirarse también los asilados. Adorni añadió que están evaluando minuto a minuto el desarrollo de los hechos y afirmó que continuarán protegiendo a los asilados en la embajada.
Esta situación se agrava debido a que en abril, el Gobierno de Argentina otorgó asilo a líderes opositores venezolanos que llegaron a su embajada en Caracas en marzo. Desde ese mismo mes, la embajada ya había reportado cortes de energía eléctrica, lo que sugiere un patrón de hostigamiento.
La Cancillería argentina recordó este martes que «la obligación del Estado receptor es salvaguardar las instalaciones de la misión diplomática contra intrusiones o daños y preservar la tranquilidad y dignidad de la misma».
La respuesta del gobierno venezolano ha sido contundente, anunciando la expulsión de las representaciones diplomáticas de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, después de que sus gobiernos cuestionaran los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) que dieron como ganador a Maduro en las elecciones del domingo.
Este incidente marca un punto crítico en las relaciones diplomáticas entre Argentina y Venezuela, destacando las tensiones regionales y la lucha por la protección de los derechos humanos y la integridad de las misiones diplomáticas.