La contingencia sanitaria ha obligado a cambiar por completo nuestro estilo de vida, educación, trabajo y forma de hacer negocios
Términos como el ‘home office’, ‘videoconferencia’, ‘clases virtuales’, apps móviles y grupos digitales, se han convertido en parte de nuestro vocabulario diario desde hace más de un mes, cuando comenzó al aislamiento social y cerraron oficinas, negocios y escuelas. Sin embargo, la tecnología nos ha permitido no parar, y aún, con la curva de aprendizaje, cada vez más personas se suman a la tecnología de la comunicación para mantenerse productivos. Incluso, mientras escribimos estas líneas, gran parte del equipo que hace posible Cancuníssimo lo está haciendo en la modalidad del ‘home office’, y así como nosotros, cientos de pequeñas y medianas empresas quintanarroenses no permiten que nada los detenga. Restaurantes locales se han mantenido activos a través de aplicaciones digitales, donde las personas en sus hogares siguen haciendo pedidos, o incluso, proporcionan números para pedidos que sean exclusivamente para llevar. Esto ha permitido que el sector restaurantero subsista y se mantenga generando fuentes de empleo.
Redes sociales como el Facebook e Instagram han mostrado ser prioritarios para llegar a audiencias en aislamiento social, y es a través de eso, que han seguido con sus operaciones con todas medidas de higiene requeridas para la seguridad de los trabajadores y clientes. Pero también se ha dado un paso más adelante, y es que proveedores directos de carnes, enlatados, frutas y verduras, que se quedaron con productos en sus almacenes, debido al cierre de hoteles, han logrado mover su mercancía a través de redes sociales, vendiendo directamente a negocios abiertos y a familias. “Corríamos el riesgo de perder cientos de miles de pesos en producto con el cierre de los hoteles a los que proveíamos, pero decidimos hacer una publicación en redes sociales invitando a la gente a venir a comprarnos y pudimos recuperar la inversión y también dar precios justos a los clientes; ahora, con las medidas de aislamiento, lo que hacíamos era llevar el pedido a domicilio, hasta ahora que decidimos suspender actividades por cuestión de seguridad de trabajadores”, sentenció un gerente del sector de proveeduría. En el sector educativo la vida digital se ha trasladado a clases virtuales, con mayor o menor medida, de acuerdo con la conectividad y aptitudes de los docentes en dar cátedra de esta forma, e incluso en la constancia y perseverancia de los alumnos.
Es un ecosistema educativo nuevo para muchos profesores y alumnos, pero que hoy en día está permitiendo que estudiantes puedan aprovechar los días de aislamiento social. Pero incluso, en donde la tecnología ha tenido mayor impacto, ha sido en la vida social y convivencia, con reuniones virtuales con amigos no solo de la ciudad, sino del otro lado del mundo. El aislamiento parece ser más llevadero cuando superamos el temor primario a la ‘black mirror’ y nos conectamos a través de un monitor para encontrar, al otro lado, una cara familiar sonriendo, y comenzar las pláticas interminables. Es increíble la capacidad que han tenido personas de todas las edades para adecuarse a esta nueva dinámica de sociabilización. Vivir un aislamiento como el que estamos viviendo, hace 10 o 20 años sería totalmente diferente. Redes sociales como Zoom y Tik Tok han adquirido fuerza desde el primer momento de la contingencia por las soluciones que han brindado para la conectividad, claro, sin estar exentas de polémicas por supuestas filtraciones de datos personales. Es en estos momentos donde vemos a las redes sociales y las tecnologías de la información convertirse en aliados para mantenernos productivos, informados, y sobre todo, unidos, en medio de una pandemia que busca separarnos, aislarnos y dejarnos solos.