La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) congeló las cuentas bancarias de Rosario Robles, exsecretaria de Desarrollo Social, y de Emilio Zebadúa, uno de sus principales operadores.
La UIF, dependiente de la Secretaría de Hacienda, tiene en la mira a 50 empresas involucradas en la trama de desvíos millonarios en Sedesol y Sedatu, durante las gestiones de Robles, conocidas como ‘La Estafa Maestra’.
Autoridades federales confirmaron que el congelamiento de cuentas forma parte del proceso de investigación que se sigue en contra de ambos personajes.
En el caso de Robles enfrenta una acusación por el delito de ejercicio indebido del servicio público, y tiene un citatorio el próximo jueves a una audiencia de imputación en el Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Sur.
Zebadúa es investigado por presunto enriquecimiento ilícito al no poder comprobar el origen de 13.2 millones de pesos, según la Secretaría de la Función Pública.
Ambos políticos están señalados en los desvíos de recursos de la llamada ‘Estafa Maestra’, un esquema empleado por una decena de dependencias federales para desviar 5 mil 875 millones de pesos, a través de la simulación de contratos con instituciones educativas.
Carlos Matus