Aunque algunos países ya relajaron ciertas medidas sanitarias ante el coronavirus, principalmente la cuarentena, la pandemia seguirá mermando diversas actividades, por ejemplo: las artes escénicas. Un ejemplo de lo anterior es Broadway, el emblemático distrito teatral de Nueva York, que anunció su decisión de permanecer cerrado hasta el 2021 debido a la incertidumbre por el virus.
La Broadway League, la principal asociación profesional del sector, no estableció una fecha para que se reanuden las representaciones, pero está ofreciendo reembolsos y cambios para las entradas de todos los espectáculos hasta el 3 de enero del próximo año.
La asociación dijo que estaban desarrollando planes para abrir de manera segura la atracción turística más rentable de Nueva York, incluso con la detección y prueba a espectadores, junto con protocolos de limpieza y desinfección.
Las previsiones son que las actuaciones puedan reanudarse a principios de 2021 para poner fin al cierre más largo de su historia.
«La alquimia de mil extraños que se unen en una sola audiencia estimulando a los artistas en el escenario y detrás de él será posible nuevamente cuando los teatros de Broadway puedan albergar salas completas de manera segura», dijo Thomas Schumacher, presidente de la junta de The Broadway League, en un comunicado.
«La seguridad de nuestro elenco, equipo, orquesta y público es nuestra máxima prioridad y esperamos regresar a nuestros escenarios solo cuando sea seguro hacerlo», agregó.
Junto a casi todos los eventos de la ciudad, los teatros de Broadway cerraron a mediados de marzo, cuando se representaban 31 producciones y ocho estaban en ensayos para estrenarse en la primavera.
El cierre de Broadway es un duro golpe para el panorama económico y artístico de Nueva York; en tiempos normales, los teatros recaudan unos 33 millones de dólares a la semana en venta de boletos.
Los responsables de Frozen, un espectáculo basado en la exitosa película de Disney, ya informaron que su cierre es permanente. Mientras las obras de teatro Hangmen, que aún no se había estrenado, y ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, también anunciaron sus cierres, aunque ambas producciones son más limitadas que un musical en cuanto a despliegue de elenco.