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    Aumenta la tensión en la península coreana con el sobrevuelo de avión de vigilancia estadounidense

    Opinión

    Un avión de vigilancia estadounidense, identificado como RC-135V River Joint, ha llevado a cabo un vuelo sobre Corea del Sur este lunes, según informaron rastreadores aéreos. Se presume que la misión tenía como objetivo monitorear las actividades de Corea del Norte, en respuesta a sus afirmaciones sobre la realización de una prueba de un dron de ataque nuclear submarino.

    El avión de reconocimiento fue detectado sobre la ciudad portuaria de Incheon, al oeste de Seúl, así como en las provincias de Gyeonggi y Gangwon, y a lo largo de las costas oriental y occidental, según múltiples fuentes de seguimiento aéreo. El despliegue del RC-135V River Joint se produjo tres días después de que Corea del Norte anunciara haber probado el dron submarino Haeil-5-23 en el mar del Este, en respuesta a las recientes maniobras navales conjuntas entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón.

    Aunque el sobrevuelo del avión espía forma parte de las operaciones regulares de recopilación de inteligencia de Estados Unidos, la exposición de sus diversas rutas de vuelo sugiere la posibilidad de enviar un mensaje para ejercer presión sobre Pyongyang, según fuentes informadas. Este incidente representa el tercer vuelo conocido en lo que va del año, después de los realizados el 4 de enero y el miércoles pasado, ambos detectados únicamente sobre el territorio de Corea del Sur.

    Corea del Sur y Estados Unidos han intensificado sus esfuerzos de monitoreo para detectar posibles provocaciones por parte de Corea del Norte. En este contexto, el presidente del Comité de Asuntos de Estado de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha instado a una postura de preparación aún más firme en respuesta a los actos «sin precedentes» de confrontación liderados por Washington.

    La tensión en la península coreana ha aumentado considerablemente, y las acciones recíprocas entre las dos Coreas y sus aliados plantean preocupaciones sobre la estabilidad regional. La comunidad internacional sigue de cerca los desarrollos en la región, instando al diálogo y la diplomacia como vías para resolver las diferencias y evitar un escalamiento del conflicto.

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