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    Opinión‘Años nones son de dones’: Trixia Valle

    ‘Años nones son de dones’: Trixia Valle

    Opinión

    Mucha gente dice que gracias a Dios que se acabe este ‘horrible año’, que comience lo nuevo y lo que viene tras el derrumbe de todas las estructuras porque todas ellas son inestables, como lo diría el autor Eckhart Tolle en su libro ‘La Nueva Tierra’.

    Sin embargo, yo opino desde mi derrumbe personal, que no le cambiaría un sólo día, un sólo momento, un sólo instante a este año porque para mí fue la total sabiduría y aprendizaje obligado, que, tras un remolino de emociones, nos deja a TODOS tocados y replanteados.

    ¿Qué es replantear? Mirando la palabra es ‘volver a plantar’, ‘volver a estructurar’, ‘volver a poner los pies en la tierra’, ‘volver a tomar semillas nuevas para plantar y crecer’. Todo esto es re-plantear. Y a mí ¡me encanta! Y me encanta porque vivía en el automático:

    6am despertar

    6:10 am ver redes

    6:30 am levantarme

    6:35 am café

    6:45 am despedir hijos

    7:00 am levantar al más pequeño

    7:15 am vestirlo

    7:45 am llevarlo a la escuela

    8:00 am correr a hacer cosas

    11:47 am hacer cosas

    1:58 pm hacer más cosas

    3:00 pm seguir haciendo cosas mientras comemos

    4:23 pm hacer más cosas

    7:00 pm estar de malas por hacer tantas cosas

    8:30 pm dormir niños

    9:00 pm estar de malas porque no se duermen

    10:00 pm ver redes y desconectarme

    11:00 pm dormir

    Y así todo el calendario del año, excepto la semana de vacaciones soñada. ¿Y esto era una vida ‘normal’? Híjole, yo prefiero la vida 2020 pandémica, anormal, de retos, complicada, angustiosa, afilada, desafiante, molesta e inesperada, que sacudió hasta el último hueso de mi cuerpo y me dijo:

    Basta de sobrevivir y comienza a vivir

    Porque el coronavirus puede atacar de forma invisible y en un instante llevarse todo, hasta tu última navidad y el cumpleaños final.

    Así que bendito 2020 que me rompió para volverme a conectar y mientras pueda abrir los ojos cada mañana, no puedo hacer otra cosa que gritar: ‘Gracias por un día más’.

    Desde la pandemia mi canción favorita es la de Roberto Carlos ‘La Montaña’ para estar cada vez más cerca de Dios y gritar de amor y de fe pidiendo que las estrellas no paren de brillar y que los hombres jamás olvidemos de agradecer y decir con amor:

    ‘Te agradezco Señor, que sería de mi sin la fe que yo tengo en Ti… por eso digo Te agradezco Señor una vez más…’

    Y con esa llama encendida en mi alma con mi caída en 2020 con esos días de oscuridad para elevar los ojos al cielo para mirar la luz de nuevo, así comienzo mi Año Nuevo.

    Y sin duda: Años nones, son de dones… pero los pares nos dan las razones para valorar los dones.

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