Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, lideró la ceremonia conmemorativa del primer centenario del fallecimiento de Francisco Villa. La ceremonia tuvo lugar en la ExHacienda de La Coyotada, Durango, el lugar donde nació Pancho Villa. Durante el evento, el presidente entregó oficialmente al secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval González, una pistola 38 especial de origen español que perteneció a Francisco I. Madero y que posteriormente fue regalada al «Centauro del Norte».
La pistola, con acabados dorados y pavonado negro, estuvo bajo custodia en Cuba y fue devuelta al presidente López Obrador el año pasado durante su gira por Centroamérica y el Caribe. Debido a su relevancia histórica, el revólver de marca Eiban será exhibido como la pieza principal en el Museo de la Revolución Mexicana, situado en Chihuahua, Chihuahua.
En el contexto de esta conmemoración, donde cadetes del heroico colegio militar y personal a caballo del ejército mexicano brindaron custodia, el presidente López Obrador optó por no hacer uso de la palabra. Sin embargo, aprovechó la oportunidad para visitar la casa donde nació uno de los principales líderes de la revolución mexicana. Asimismo, visitó el museo dedicado a la participación del «Centauro del Norte» en el movimiento armado, el cual se encuentra a pocos metros de la modesta casa de adobe donde Pancho Villa creció antes de ser asesinado en Parral, Chihuahua, el 20 de julio de 1923.
El nieto de Pancho Villa exige su lugar en la celebración del centenario
Antes de que se entregara el arma, el nieto de Francisco Villa, cuyo nombre es Francisco Villa Campa, irrumpió en el acto conmemorativo mientras el presidente saludaba a la bandera.
Con una voz alta, expresó su descontento por no haber sido permitido participar en el homenaje a su abuelo.
En el centenario del asesinato de Pancho Villa, considero que él estaría complacido al saber que después de 100 años todavía se le recuerda con cariño. Sin embargo, también estaría entristecido y alzaría su voz al saber que su nieto, Francisco Villa González Cristóbal Romina, y él mismo, tuvieron que luchar para ser reconocidos y que les cuestionaron su acreditación. Mostrando su INE, asistió a la conmemoración de La Coyotada y puso un alto a la situación, atrayendo la atención de todos los presentes.
Agradeció al presidente López Obrador por permitirles el paso, ya que de lo contrario no habrían sido admitidos.
Se preguntó si realmente era un festejo sin la presencia de la familia de Pancho Villa y sin la participación del pueblo de México, ya que consideraba que un verdadero festejo debería incluir a todos. Concluyó diciendo que el pueblo debe permanecer unido y trabajar juntos para lograr el crecimiento de la nación.
Además del presidente, también asistieron a la ceremonia la secretaria de Gobernación, María Luisa Alcalde Luján, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, y el gobernador de Durango, Esteban Villegas Villarreal.