El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su más enérgica condena al atentado sufrido por el exmandatario de Estados Unidos, Donald Trump, calificando el acto de reprobable y subrayando que ningún tipo de violencia puede ser justificado.
En su conferencia matutina del lunes, López Obrador manifestó que México fue uno de los primeros países en pronunciarse en contra del ataque. “Fuimos los primeros manifestados, posiblemente en todo el mundo, me refiero a autoridades, a gobiernos. Estábamos en una gira y terminando un acto en compañía de la (virtual) presidenta electa, ella en su teléfono vio la imagen todavía inicial, y ya buscamos más, eran los primeros minutos y ya vimos de que había pánico. Y me tocó ver, observé en el primer vídeo, que el expresidente Trump antes de ir al suelo se tocó la oreja. Y ya de inmediato nos expresamos, no había información suficiente, pero condenamos el hecho”, relató el mandatario.
López Obrador comparó el impacto del atentado contra Trump con el asesinato del candidato presidencial mexicano Luis Donaldo Colosio en 1994, subrayando la profunda afectación que tales actos de violencia tienen en la política y la vida pública de cualquier nación, así como su trascendencia a nivel mundial. “El asesinato de un dirigente tiene impacto desde luego en la relación política, en la vida pública de cualquier país y tiene una trascendencia también mundial”, explicó.
El presidente mexicano también recordó otros atentados históricos en Estados Unidos, mencionando el atentado contra el presidente Ronald Reagan y los asesinatos del presidente John F. Kennedy, su hermano Robert Kennedy, y el líder social Martin Luther King. “Ojalá y eso se aleje, se aleje, que no se presente en ningún país”, deseó López Obrador.
Además, abogó por una confrontación política basada en el disenso y la oposición pacífica, rechazando la polarización aunque reconociendo que es un componente inherente de las democracias modernas. En cuanto a la situación en México, López Obrador destacó que, a pesar de las diferencias, sus adversarios no han recurrido a la violencia física, lo que consideró motivo de orgullo y reconocimiento hacia ellos.
Este pronunciamiento subraya la postura del gobierno mexicano en favor de la paz y la resolución pacífica de los conflictos, reiterando su condena a cualquier forma de violencia política.