Autoridades y ciudadanos celebran la recuperación del paso hacia Playa Los Muertos
Un muro de piedra y cemento de 35 metros de longitud que bloqueaba el acceso a una de las playas más populares de Sayulita, en Nayarit, fue finalmente demolido. La estructura, erigida sin permisos en plena zona federal marítima, había generado fuerte indignación entre vecinos y visitantes que exigían recuperar el paso libre hacia Playa Los Muertos.
La demolición fue encabezada por el alcalde de Bahía de Banderas, Héctor Santana García, en compañía de ciudadanos y representantes de los gobiernos estatal y federal. La acción se considera un logro colectivo tras meses de presión social y denuncias ante las autoridades ambientales.
Muro sin permisos y con avances del 60 %
El muro, de entre 80 centímetros y un metro de ancho, con una altura aproximada de 1.5 metros, estaba casi terminado al momento de ser clausurado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). Los responsables de la obra no contaban con autorización oficial ni con una manifestación de impacto ambiental. Su justificación: proteger el camino de terracería que une el panteón local con la playa. Sin embargo, la Profepa desestimó este argumento y suspendió los trabajos en marzo.
Desde entonces, vecinos y activistas presionaron para que se ordenara la demolición definitiva. Finalmente, esta se realizó casi tres meses después de la clausura inicial.
“El mar no tiene dueño”
Durante la demolición, el alcalde Santana García dirigió un mensaje contundente:
“Hoy derribamos el muro que impedía el libre acceso a la playa en Sayulita, porque las playas de Bahía de Banderas son para todas y todos, no para unos cuantos”.
Añadió que no se permitirá que intereses privados bloqueen el acceso a espacios públicos:
“El mar no tiene dueño, y mientras este gobierno siga al frente, ni muros ni cercas ni intereses privados nos van a quitar lo que es del pueblo”.
Respaldo ciudadano
El evento reunió a decenas de personas, entre ellos residentes que habían denunciado la obra, así como funcionarios y representantes de dependencias como Profepa y la Secretaría de Medio Ambiente. La recuperación de este acceso es vista como un triunfo para la comunidad local y un precedente para otros casos similares en destinos turísticos del país.
Sayulita, uno de los destinos más visitados del Pacífico mexicano, enfrenta cada vez más tensiones entre el desarrollo turístico y la conservación del acceso público a sus playas. Esta acción marca un precedente importante en la defensa de los bienes nacionales y el respeto al libre tránsito en zonas naturales.
