Durante un cónclave, el evento en el que los cardenales de la Iglesia Católica se reúnen para elegir a un nuevo papa, el protocolo, los gestos y la vestimenta adquieren un significado profundo. A simple vista, podría parecer que todos los purpurados visten igual, pero en realidad existen diferencias sutiles pero importantes en sus prendas y atributos, que responden a jerarquías, funciones litúrgicas y simbolismo histórico.
La sotana roja: símbolo de entrega total
La prenda más distintiva es la sotana de color rojo púrpura, símbolo de la disposición del cardenal a derramar su sangre por la fe. Este color no se utiliza fuera de contextos litúrgicos formales o eventos solemnes como el cónclave. Es un recordatorio visual del voto de fidelidad y sacrificio que cada uno ha hecho al asumir su cargo.
Capas y birretes: marcadores de función y antigüedad
Algunos cardenales portan la mozzetta, una pequeña capa corta que se coloca sobre los hombros. Esta prenda no la usan todos, y su presencia indica si el cardenal tiene funciones específicas dentro de la curia romana o si es parte de ciertas ceremonias. El birrete rojo, una especie de gorro cuadrado, también es característico, pero no todos lo llevan puesto en todo momento.
Los capirotes o capelos de gran tamaño, que antiguamente se usaban como distinción honorífica, ya no se portan físicamente pero siguen presentes en escudos heráldicos como símbolo de dignidad cardenalicia.
El anillo episcopal
Cada cardenal porta su anillo episcopal, que representa su unión con la Iglesia. Aunque todos los obispos tienen uno, en el caso de los cardenales este anillo también recuerda su comunión particular con el papa y con la misión universal de la Iglesia.
Diferencias por orden cardenalicia
No todos los cardenales tienen el mismo rango. Dentro del Colegio Cardenalicio existen tres órdenes: cardenales diáconos, cardenales presbíteros y cardenales obispos. Esta clasificación se refleja, en parte, en los atuendos litúrgicos y en su posición durante las ceremonias. Los cardenales obispos, que ocupan los cargos más altos, suelen llevar una mitra más ornamentada y pueden usar báculo si son también obispos diocesanos. En cambio, los cardenales diáconos no siempre tienen funciones pastorales directas y su vestimenta es más simple.
Los colores dentro de la Capilla Sixtina
Aunque el rojo es predominante, algunos cardenales pueden vestir túnicas blancas si pertenecen a órdenes religiosas como los dominicos o cistercienses. Sin embargo, siguen portando elementos que los identifican como cardenales, como el fajín rojo o el anillo.
Significado espiritual
Más allá de la estética, estas diferencias visuales reflejan la diversidad dentro de la unidad de la Iglesia. Cada prenda tiene una carga simbólica profunda: la obediencia, el servicio, la disposición al martirio, la comunión con Roma. En el contexto del cónclave, donde se discierne la elección del nuevo líder espiritual de más de mil millones de católicos, estos signos sirven como recordatorio de la responsabilidad que cada uno carga.
El cónclave no solo es un proceso de votación, es también una liturgia cargada de simbolismos. Y en ese escenario, la vestimenta de los cardenales habla tanto como sus oraciones.