En las últimas décadas, el número de personas que usan lentes ha crecido de forma significativa en todo el mundo. Ya no se trata solo de un tema de edad o herencia genética: cada vez más niños, adolescentes y adultos jóvenes recurren al uso de gafas o lentes de contacto para corregir su visión. ¿Qué está causando este fenómeno? La respuesta es multifactorial y refleja cambios profundos en nuestro estilo de vida moderno.
El impacto de las pantallas
Uno de los principales factores detrás del aumento en el uso de lentes es la exposición prolongada a pantallas digitales. Teléfonos móviles, computadoras, tabletas y televisores forman parte integral de la vida cotidiana, tanto en el trabajo como en el entretenimiento. Pasar tantas horas frente a estos dispositivos provoca fatiga ocular, visión borrosa, resequedad y, con el tiempo, puede favorecer el desarrollo de miopía.
Los estudios han demostrado que el esfuerzo continuo de enfocar a distancias cortas puede alterar el desarrollo ocular, especialmente en niños y adolescentes, quienes hoy crecen rodeados de pantallas desde edades tempranas.
Cambios en los hábitos al aire libre
Otro aspecto clave es la disminución del tiempo que se pasa al aire libre. La luz natural y la exposición a espacios abiertos son fundamentales para el desarrollo visual saludable. Diversas investigaciones han encontrado que los niños que pasan más tiempo fuera de casa tienen menor probabilidad de desarrollar miopía. En contraste, quienes permanecen muchas horas en interiores bajo luz artificial y en tareas de visión cercana tienden a tener mayor riesgo de necesitar corrección óptica.
Factores genéticos y envejecimiento
Aunque el estilo de vida tiene un peso importante, los factores genéticos siguen desempeñando un rol clave. Si uno o ambos padres usan lentes, es más probable que los hijos también los necesiten. Además, con el envejecimiento natural del ojo, la mayoría de las personas desarrollan presbicia después de los 40 años, una condición que dificulta ver de cerca y que requiere lentes para leer o realizar tareas detalladas.
Mejor acceso al diagnóstico
También hay que considerar que hoy en día existen más campañas de salud visual, tecnología de diagnóstico avanzada y una mayor conciencia pública sobre la importancia de cuidar los ojos. Esto ha permitido detectar problemas visuales que antes podían pasar desapercibidos, especialmente en países donde antes el acceso a revisiones oftalmológicas era limitado.
Estética y moda
En un giro interesante, los lentes también se han convertido en un accesorio de moda. Muchas personas los usan incluso sin prescripción, como parte de su estilo personal. Esto ha ayudado a eliminar estigmas y a normalizar su uso, sobre todo entre los más jóvenes.
El aumento en el uso de lentes es el reflejo de un mundo cada vez más digital, con menos contacto con la naturaleza y una vida más sedentaria. Si bien es un signo de avance en el diagnóstico y la corrección de problemas visuales, también pone de relieve la necesidad de cuidar mejor nuestra salud ocular. Incorporar descansos visuales, reducir el uso excesivo de pantallas y pasar más tiempo al aire libre son medidas clave para prevenir y retrasar la necesidad de usar lentes.