El caso de Santiago Ramírez, hijo de la actriz Lorene Prieto, conmocionó a Chile y al mundo entero tras conocerse que fue hallado con ambas manos amputadas en una casa de Ñuñoa. Hoy, una semana después del hecho, se ha revelado la verdad detrás de este desgarrador suceso.
La noche que lo cambió todo
El hallazgo ocurrió en el segundo piso de un inmueble donde Santiago solía ensayar con sus bandas de rock “Mística Bruta” y “Trapezoide”. Personal de seguridad privada fue quien dio la alerta al encontrarlo en condiciones críticas. Carabineros llegaron rápidamente, le aplicaron torniquetes y lo trasladaron al Hospital del Salvador, donde lograron estabilizarlo.
Diagnóstico y traslado a atención psiquiátrica
Al evidenciarse su delicado estado mental, Santiago fue derivado al Hospital del Trabajador ACHS Salud para recibir atención psiquiátrica especializada. Fue entonces cuando, bajo tratamiento médico, logró explicar lo que realmente ocurrió.
La confesión: un episodio de esquizofrenia severo
Ya bajo los efectos del tratamiento, Santiago confesó que él mismo se había amputado las manos. Dieciséis horas antes de ser encontrado, sufrió un severo episodio psicótico producto de su diagnóstico de esquizofrenia paranoide.
Esta enfermedad mental se caracteriza por alucinaciones, delirios de persecución y una profunda alteración del pensamiento, lo que puede llevar a quienes la padecen a perder totalmente el contacto con la realidad. En su caso, el brote fue tan intenso que lo llevó a usar una sierra circular para autolesionarse.
El impacto público y la importancia de la salud mental
El caso ha puesto sobre la mesa la urgente necesidad de visibilizar las enfermedades mentales graves, especialmente aquellas como la esquizofrenia, que pueden tener consecuencias tan devastadoras cuando no son detectadas y tratadas a tiempo.
Santiago Ramírez continúa su proceso de recuperación, acompañado por un equipo médico especializado y el apoyo de su madre, Lorene Prieto, una reconocida figura del cine y la televisión chilena.