En un reciente comunicado, el Comité de Moléculas Nuevas (CMN) de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió una opinión favorable para el uso de emergencia de la vacuna Patria. Desarrollada desde 2020 por el laboratorio Avimex en colaboración con el Gobierno de México, así como otros organismos públicos, incluyendo la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional, la vacuna AVX/COVID-12 presenta la plataforma recombinante NDV y está destinada a la inmunización activa de personas mayores de 18 años por vía intramuscular.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) celebró la noticia en redes sociales, indicando que la vacuna mexicana contra el COVID-19 había sido aprobada por especialistas, aún se deben superar varios pasos antes de que pueda ser distribuida y aplicada masivamente en la población.
Según el doctor Alejandro Macías, exencargado de atender la pandemia de influenza A H1N1 en 2009, la opinión favorable del CMN es solo uno de los 24 requisitos necesarios para obtener la autorización de uso de emergencia. Además, se deben cumplir otras certificaciones, incluyendo la verificación de buenas prácticas de producción por parte de Cofepris.
A pesar de la emoción generada por la noticia, el proceso aún no ha concluido, y el Gobierno de México espera obtener la autorización para el uso de emergencia tras cumplir con todos los requisitos. En un video, el doctor Macías resaltó que este paso no es la aprobación final, sino más bien un paso imprescindible en el largo proceso regulatorio.
El analista de políticas en salud, el doctor Xavier Tello, comparó este proceso con el de vacunas como Pfizer y Moderna, cuyo paso de autorización de emergencia a registro sanitario tomó casi dos meses. Según los Lineamientos para la Regulación Sanitaria en México, estos trámites no deben tardar más de 90 días hábiles, aproximadamente 4 meses y medio.
El Gobierno de México inicialmente esperaba que la vacuna Patria estuviera lista a finales de 2021 para contribuir a frenar la cuarta ola de casos de COVID-19. Sin embargo, el proceso se demoró, y aunque se reconoce que la vacuna no resolvería por completo el problema de la pandemia, se destaca su utilidad futura.
El doctor Macías enfatizó que la plataforma utilizada para desarrollar la vacuna Patria podría ser la base para fabricar nuevos biológicos, acelerando la respuesta en caso de futuros brotes infecciosos. Esta vacuna también podría adaptarse para combatir otras enfermedades, marcando un hito en la capacidad de México para producir sus propias vacunas.
A pesar de que la emergencia sanitaria ha concluido en México, la producción de la vacuna Patria se percibe como un logro significativo. El doctor Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE) de la UNAM, destacó que la vacuna podría utilizarse como refuerzo contra el COVID-19, independientemente de la variante.
En resumen, la vacuna Patria representa un importante paso hacia la autosuficiencia sanitaria de México, brindando una plataforma para el desarrollo futuro de biológicos y una mayor capacidad de respuesta ante posibles crisis sanitarias. Aunque aún queda camino por recorrer en términos regulatorios, este avance promete beneficios a largo plazo para la salud pública en el país.