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    El cuidado de las uñas en los pacientes diabéticos

    Opinión

    El cuidado de las uñas en los pacientes diabéticos es una medida preventiva fundamental para evitar complicaciones graves como las úlceras, las infecciones y la amputación. En este artículo, te explicaremos por qué es importante mantener uñas sanas y limpias, y te daremos algunos consejos para lograrlo.

    El cuidado de las uñas en un paciente es esencial para evitar la complicaciones en un paciente diabético, ya que protegen los dedos de los traumatismos y las agresiones externas. Sin embargo, también pueden ser una fuente de problemas si no se cuidan adecuadamente. Algunas de las alteraciones más frecuentes que pueden afectar a las uñas de los pacientes son:

    – Onicomicosis: es una infección por hongos que causa el engrosamiento, el cambio de color y la deformación de las uñas. Puede favorecer la aparición de úlceras debajo de las uñas o en los bordes.

    – Onicocriptosis: es el crecimiento anormal de la uña hacia adentro de la piel, lo que provoca dolor, inflamación e infección. Suele ocurrir por un corte incorrecto de las uñas o por el uso de calzado inadecuado.

    – Onicolisis: es la separación de la uña del lecho ungueal, lo que crea un espacio donde pueden acumularse bacterias y hongos. Puede deberse a un traumatismo, una infección o una reacción alérgica.

    – Onicogrifosis: es el engrosamiento excesivo y la curvatura de la uña, que adquiere un aspecto similar al de un cuerno. Puede dificultar el corte y el cuidado de las uñas, y aumentar el riesgo de lesiones e infecciones.

    Consejos para el cuidado de las uñas.

    Para prevenir y tratar estas alteraciones, es fundamental seguir unas pautas básicas para el cuidado de las uñas de cualquier paciente en general, pero mucho más en el paciente diabético. Estas son algunas de ellas:

    – Revisar los pies a diario. Buscar signos de inflamación, enrojecimiento, calor, dolor, sangrado o secreción. Si se detecta alguna anomalía, acudir al médico o al podólogo lo antes posible.

    – Cortarlas con cuidado, siguiendo la forma natural del dedo y sin dejar bordes puntiagudos. Usar unas tijeras o un cortaúñas limpios y desinfectados, y evitar cortar demasiado cerca de la piel. Si están muy gruesas o deformadas, acudir al podólogo para que las corte profesionalmente.

    – Limar las uñas con suavidad, usando una lima de cartón o de metal suave. Evitar las limas metálicas ásperas o las piedras pómez, que pueden dañar la superficie de las uñas o la piel circundante.

    – Hidratar las uñas y la piel de los pies con una crema hidratante o de vaselina. Aplicarla con un ligero masaje, sin presionar ni frotar. Evitar poner crema entre los dedos, ya que puede favorecer la humedad y el crecimiento de hongos.

    – Secar bien los pies después del baño o la ducha, especialmente entre los dedos. Usar una toalla suave y limpia, y dar pequeños toques sin arrastrar ni restregar.

    – Usar calzado cómodo, amplio y transpirable, que no oprima ni roce los pies. Elegir zapatos con puntera redonda y con un tacón bajo o medio. Cambiar el calzado a menudo para evitar la acumulación de sudor y bacterias.

    – Usar calcetines de algodón o de lana, que absorban la humedad y mantengan los pies secos. Evitar los calcetines con costuras, elásticos o apretados, que puedan causar rozaduras o alterar la circulación. Cambiar los calcetines a diario o más a menudo si se mojan o se ensucian.

    – Evitar andar descalzo, especialmente en lugares públicos como piscinas, gimnasios o duchas. Usar unas zapatillas o unas chanclas para proteger los pies de posibles cortes, quemaduras o infecciones.

    – Evitar el uso de esmaltes, quitaesmaltes, pegamentos o productos químicos sobre las uñas, ya que pueden dañarlas o provocar reacciones alérgicas. Si se desea pintar las uñas, usar productos hipoalergénicos y retirarlos con cuidado.

    – Evitar el uso de instrumentos cortantes, pinzas o palillos para limpiar o extraer las uñas, ya que pueden lesionar la piel o introducir gérmenes. Si se tiene alguna duda sobre cómo limpiar las uñas, consultar al podólogo.

    – Controlar los niveles de azúcar en la sangre, siguiendo las indicaciones del médico y llevando una dieta equilibrada y saludable. Una buena alimentación puede ayudar a mejorar la salud de las uñas y la piel, así como a prevenir otras complicaciones de la diabetes.

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    No olvide que prevenir siempre será mejor que padecer.

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