El presidente Volodímir Zelenski de Ucrania declaró el domingo que está viendo avances notables en los sistemas de defensa antiaérea proporcionados por Estados Unidos y Alemania, a pesar de los repetidos ataques aéreos rusos dirigidos aparentemente hacia civiles y edificios residenciales en Kiev.
Rusia reportó haber derribado un dron en el tercer incidente de este tipo en una semana, alegando que se dirigía hacia Moscú. Además, funcionarios de ambos lados señalaron que Ucrania había atacado dos puentes que conectan Crimea con el continente.
Ambas naciones han intensificado sus ofensivas en contra de las fuerzas militares, armamento e infraestructuras de la parte opuesta. Ucrania está tratando de expulsar a las fuerzas rusas que se han asentado en las regiones sur y este del país desde su invasión el año pasado.
El administrador de Crimea designado por Moscú comunicó que el puente Chonhar hacia la península, la cual fue anexada por Moscú en 2014, sufrió daños debido a un ataque con misiles. Otro de los tres enlaces viales entre Crimea y las áreas de Ucrania ocupadas por Rusia fue blanco de bombardeos cerca de la ciudad de Henichesk, resultando un civil herido, según un portavoz nombrado por Moscú.
En un mensaje de video transmitido en la noche del domingo, Zelenski afirmó que los avanzados sistemas de defensa antiaérea, incluyendo el Patriot estadounidense y el IRIS-T alemán, están demostrando ser altamente efectivos y ya han producido resultados significativos.
Zelenski aseguró que Ucrania logró repeler una parte importante de los ataques rusos de la semana anterior, los cuales incluyeron 65 misiles de distintos tipos y 178 drones de combate, incluyendo 87 Shaheds.
Posteriormente, las fuerzas militares ucranianas informaron que Rusia había lanzado 30 misiles y realizado 48 ataques aéreos. El ejército señaló que, lamentablemente, hubo víctimas y heridos entre la población civil, además de la destrucción de edificios residenciales y otras infraestructuras civiles.
Estos ataques se produjeron después de que Zelenski denunciara un atentado con bomba en un centro de transfusión sanguínea en la ciudad de Kupiansk, ubicada a unos 16 kilómetros del frente en la región oriental de Járkov, calificando el incidente como un crimen de guerra. Reuters no pudo verificar de inmediato la información.
Rusia niega haber atacado deliberadamente a civiles u hospitales militares en su extensa invasión de Ucrania, la cual ha cobrado la vida de miles de personas, desplazado a millones y dejado ciudades en ruinas.