En un giro sorprendente, Tesla, el gigante de los automóviles eléctricos, se ha visto obligado a reconsiderar sus ambiciosos objetivos de crecimiento a medida que enfrenta una creciente competencia, especialmente del fabricante chino BYD. La compañía, que durante algún tiempo ostentó el título de fabricante de automóviles más valioso del mundo, anunció el miércoles que su tasa de crecimiento para el año 2024 podría ser «notablemente inferior» a la del año anterior.
Este cambio de dirección llega después de más de un año de intensos esfuerzos por parte de Tesla para recortar precios y aumentar las entregas en un mercado cada vez más saturado de vehículos eléctricos. Aunque las entregas para el año 2023 experimentaron un aumento del 38%, la empresa había expresado previamente su aspiración de alcanzar una tasa de crecimiento anual del 50%, una ambición que ahora parece desafiante.
El cuarto trimestre del año pasado marcó un hito significativo para Tesla, ya que perdió el liderazgo en las ventas mundiales de vehículos eléctricos frente al fabricante chino BYD. Elon Musk, CEO de Tesla, admitió la feroz competencia de los fabricantes chinos, describiéndolos como «las compañías de automóviles más competitivas del mundo». Estas declaraciones coinciden con los movimientos estratégicos de BYD, respaldada por Warren Buffett, que no solo ha consolidado su presencia en su territorio local, sino que también está expandiendo sus operaciones abriendo una fábrica en Hungría, su primera planta de producción de automóviles de pasajeros en Europa.
La competencia intensificada ha llevado a las autoridades de la Unión Europea a iniciar una investigación antidumping, lo que podría resultar en aranceles más elevados para los fabricantes chinos. Musk, quien anteriormente se burlaba de las marcas chinas de vehículos eléctricos, ahora las ve como una «amenaza existencial» para otras empresas automotrices en ausencia de barreras comerciales.
El informe de ganancias del cuarto trimestre de Tesla también refleja desafíos financieros. Aunque las ganancias ajustadas fueron de 71 centavos de dólar por acción, ligeramente por debajo de las expectativas de los analistas, representaron una disminución del 40% en comparación con el mismo período del año anterior. Este es el segundo trimestre consecutivo en el que la empresa no cumple con las previsiones de ganancias, lo que sugiere una posible desaceleración en su rendimiento financiero.
El nuevo enfoque de Tesla en la desaceleración del crecimiento se vincula con la anticipación del lanzamiento de su próximo vehículo de próxima generación, aún no revelado. Aunque se espera que sea un modelo de menor precio, la empresa ha experimentado retrasos en el pasado con la introducción de nuevos modelos. Además, el tan esperado pick-up Cybertruck, que entró en producción a finales de 2023, enfrenta desafíos adicionales debido a su complejidad de fabricación, según Musk, quien también señaló que podría llevar más de un año antes de que sea rentable para la empresa.
A medida que Tesla navega por estas aguas turbulentas, su capacidad para mantener su posición como líder en el mercado de vehículos eléctricos y superar los desafíos planteados por la competencia china será fundamental para su futuro éxito. Las acciones de la compañía cayeron un 7,5% en las operaciones previas a la apertura del mercado el jueves, indicando la preocupación de los inversores por estos desarrollos recientes.