La jugadora de la WNBA Brittney Griner fue liberada por las autoridades rusas después de pasar casi 10 meses en una prisión rusa luego de un arresto en febrero por llevar sustancias no permitidas a través de un aeropuerto de Moscú.
Griner fue liberada de una colonia penal rusa a cambio del traficante de armas ruso Viktor Bout.
Bout, conocido como el «mercader de la muerte», cumplía una condena de 25 años en una prisión de Estados Unidos tras ser condenado en 2011 por conspiración para matar estadounidenses, conspiración para lanzar misiles antiaéreos y ayudar a una organización terrorista.
Mientras Griner fue liberada, otro ciudadano estadounidense permanece en Rusia, el ex marine Paul Whelan. Whelan fue sentenciado en 2020 a 16 años en una prisión rusa por presuntos cargos de espionaje.
La televisión estatal rusa, que es conocida por su propaganda, discutió el intercambio, burlándose de Estados Unidos por cambiar a Griner en lugar de Whelan.
Un moderador del programa se refirió a Whelan como un «espía» y dijo que es un héroe para los estadounidenses. Sin embargo, especificó tres cosas en contra de Whelan con respecto a su liberación.
“Su primer problema es ser blanco”, dijo el moderador «su segundo problema es ser hombre y su tercer problema es ser heterosexual». Y Griner lo supera en todos estos aspectos”.
El moderador continúa afirmando falsamente que a los «votantes estadounidenses» se les dio a elegir entre Griner y Whelan a cambio del «Mercader de la muerte», cuando en realidad fue la administración de Biden la que tomó la decisión.
El moderador agregó que fue una victoria para Rusia que EE. UU. eligiera a una celebridad en lugar de a un ex marine, ya que muestra lo que valora Estados Unidos.
Tras la liberación de Griner, el secretario de Estado, Antony Blinken, emitió un comunicado en el que decía que la administración de Biden seguirá trabajando para traer a Whelan a casa.