El Tratado Comercial firmado entre México-Estados Unidos y Canadá, ‘T-MEC’ entró en vigor; lo que sigue ahora, es ponerlo a funcionar. El gobierno federal a través de su Secretaría de Economía, en conjunto con sus homólogas en las 32 entidades federativas, están difundiendo sus bondades y las oportunidades locales de negocio que detectan para exportar a los otros dos países. Para Quintana Roo, por ejemplo, en las industrias alimentaria, de bebidas y tabaco, madera, plástico y hule o generación de energía. Y en cuanto a los servicios están desde luego el turismo, transporte, comercio o tecnologías de la información, -por citar algunas-. Una buena perspectiva para la diversificación económica, ya que las exportaciones apenas representan el 0.3% del PIB estatal, o sea casi nada.
Creo -sin embargo-, que para aprovechar lo que nos ofrece el T-MEC, es menester reflexionar sobre el entorno sanitario y económico bajo el cual operará este acuerdo, que se percibe como un instrumento esperanzador para la recuperación.
Al contrario del TLC que surgió en 1994 para abrir a México a la economía globalizada; el T-MEC nace en medio de una ‘desglobalización’ mundial donde existen tendencias proteccionistas de algunos países en industrias como la automotriz o la agroalimentaria. Estamos ante una regionalización que representa una gran oportunidad para México.
Implementar el T-MEC puede tener varios beneficios, tales como equilibrar las relaciones entre lo público y lo privado con sus 34 capítulos, que contienen reglas claras y procedimientos para la resolución de controversias, como es el caso de lo laboral, que equilibra las condiciones de trabajo en los tres países y defiende la contratación colectiva. También el establecimiento de una nueva Política Pública Industrial muy necesaria para el país. Ahora, que, en un escenario poco optimista, se podría presentar una crisis por falta de ingresos fiscales. Lo que sí es imprescindible, es un acuerdo entre la sociedad y el Estado, que permita construir las bases para que funcione como se espera y lo cual requiere acabar con la polarización y con los enfrentamientos trabajar con un objetivo común por parte de todos los sectores. Tenemos que salir de esta crisis que ha provocado la pandemia lo mejor posible y va muy ligado con la oportunidad que ofrece el T-MEC. Esto requiere -insisto- de que haya un ambiente de menor enfrentamiento y que podamos caminar juntos, empresarios, sociedad y gobierno, para salir adelante.
Me despido y les recuerdo seguirme en Twitter, @Cristinalcayaga