El peso mexicano ha experimentado un fortalecimiento en sus cruces frente al dólar, alcanzando niveles no vistos desde 2016. De acuerdo con expertos, es probable que esta apreciación continúe en el corto plazo.
Uno de los factores determinantes en la fortaleza del peso ha sido el aumento en el flujo de dólares hacia México. Durante los primeros tres meses del año, el país ha recibido una cifra récord de 13,948 millones de dólares en remesas, la más alta registrada para un primer trimestre. El flujo acumulado de remesas en los últimos 12 meses ha sido de 59,936 millones de dólares, registrando 35 meses consecutivos al alza en marzo.
Además de las remesas, las exportaciones también han contribuido a la captación de dólares. Durante los primeros tres meses del año, el país recibió 141,082 millones de dólares por los envíos al exterior, lo que representa un crecimiento del 6.8% en comparación con el primer trimestre de 2022.
En términos de Inversión Extranjera Directa (IED), México ha recibido un flujo de 35,292 millones de dólares en 2022, la cifra más alta desde 2015. Este aumento ha sido impulsado principalmente por la relocalización de cadenas productivas, conocida como nearshoring. Se espera que México continúe atrayendo flujos de inversión extranjera en torno a los 35,000 millones de dólares en 2023 y 2024.
Política monetaria
Las decisiones tomadas por el Banco de México (Banxico) en cuanto a su política monetaria también han contribuido a la cotización favorable del peso mexicano. El banco central ha incrementado su tasa de referencia hasta alcanzar un máximo del 11.25%, lo que resulta en un diferencial de 600 puntos base en comparación con las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), las cuales actualmente se sitúan entre el 5% y el 5.25%.
Esta diferencia en las tasas de interés hace que México sea un destino atractivo para inversiones a corto plazo, ya que ofrece mayores rendimientos en comparación con la deuda denominada en dólares. Por esta razón, el peso mexicano se ha consolidado como la moneda más líquida de América Latina y se percibe como una opción sin riesgos macroeconómicos.
La expectativa de que la Fed no aumentará las tasas de interés ha debilitado al dólar, lo que ha llevado a los inversores a buscar otros activos que ofrezcan un mayor rendimiento. Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, comentó al respecto: «La expectativa de que la Fed ya no subirá la tasa de interés debilita al dólar, pues los inversionistas vuelan a otros activos que den mayor rendimiento».
En resumen, las decisiones de Banxico en materia de política monetaria, combinadas con el diferencial de tasas de interés y la expectativa de la Fed, han contribuido a la apreciación del peso mexicano y han posicionado a México como un destino atractivo para los inversionistas.
Otros factores
El peso mexicano se ha apreciado frente al dólar debido a varios factores. En primer lugar, la implementación de una política fiscal restrictiva durante la pandemia ha permitido que las cuentas y balances del país se mantengan en orden y sean menos vulnerables a un deterioro en las finanzas públicas. Además, México no presenta desequilibrios externos significativos y cuenta con un déficit de cuenta corriente moderado.
Sin embargo, esta apreciación del peso también tiene consecuencias negativas. Por un lado, los receptores de remesas experimentan una pérdida de poder adquisitivo, ya que reciben menos pesos por cada dólar enviado desde el extranjero, especialmente desde Estados Unidos. Por otro lado, un peso fuerte puede afectar la balanza comercial al abaratar las importaciones y encarecer los productos exportados, además de desincentivar la inversión extranjera.
Además, una posible recesión económica en Estados Unidos podría generar una depreciación del peso, lo que afectaría el flujo de dólares hacia México y tendría consecuencias en los mercados laborales de ambos países. Asimismo, las reformas que desincentivan la inversión extranjera, como los cambios a la Ley Minera, podrían generar aversión al riesgo y afectar el tipo de cambio de manera negativa.
En resumen, aunque la apreciación del peso mexicano refleja una política fiscal ordenada y moderación de desequilibrios externos, también plantea desafíos relacionados con el poder adquisitivo, la balanza comercial y la inversión extranjera. Además, está sujeto a posibles impactos negativos derivados de la situación económica en Estados Unidos y las políticas internas del país.
El dólar, en mínimos de 7 años
El peso mexicano alcanzó su mejor nivel frente al dólar en siete años el 15 de mayo, cerrando en 17.4407 unidades en el mercado internacional de divisas. Durante ese día, también alcanzó un mínimo intradía de 17.4203 pesos, su nivel más bajo en lo que va del año. Los analistas consideran que el próximo objetivo a superar es la barrera de las 17.35 unidades y no descartan que el peso pueda llegar a cotizarse por debajo de los 17 enteros.
En lo que va de 2023, el peso ha experimentado una apreciación de aproximadamente el 11% respecto al dólar. Esta tendencia positiva ha llevado al peso mexicano a posicionarse como la moneda de mejor desempeño a nivel mundial frente al dólar estadounidense, superando al florín húngaro y al peso chileno.