Los preparativos para el Super Bowl 2024 entre los Kansas City Chiefs y los San Francisco 49ers están generando una expectación que va más allá del entusiasmo deportivo, ya que los precios de los boletos alcanzan niveles que podrían sorprender incluso a la reconocida multimillonaria Taylor Swift.
Según TickPick, hasta el lunes pasado, el enfrentamiento programado para el 11 de febrero se perfila como el Super Bowl más caro de la historia, con un precio promedio de alrededor de US$ 9.800. Esto representa un aumento asombroso del 70% en comparación con el año pasado, consolidándose como un evento que desafía los límites económicos.
El valor actual de la «entrada» más asequible para el juego asciende a US$ 8.188, superando en más del 50% el costo del boleto más barato en el mismo periodo del Super Bowl del año anterior, que se situaba en US$ 5.997. Esta escalada de precios sugiere un fenómeno que va más allá de la inflación natural del mercado.
Los Kansas City Chiefs, actuales campeones defensores del Super Bowl, regresan al gran escenario por cuarta vez en los últimos cinco años. Su enfrentamiento más reciente contra los 49ers en el Super Bowl, en 2020, se destacó por una remontada espectacular que culminó en su victoria.
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No obstante, lo que hace que este Super Bowl sea particularmente oneroso es la influencia de Las Vegas. Brett Goldberg, co-CEO de TickPick, explicó que la ciudad ha emergido como un «factor importante para la demanda récord». La ubicación convierte un simple partido de tres horas en una semana llena de festividades para los aficionados, contribuyendo a la escalada de precios.
Goldberg subrayó que Las Vegas ha consolidado su posición como la capital del deporte en Estados Unidos en los últimos 12 meses, y este evento podría marcar el pináculo de su ascenso. La ciudad ya acogió una carrera de Fórmula 1 en noviembre, y la expectativa en torno al Super Bowl está generando una atención sin precedentes.
A pesar de las posibles fluctuaciones en los precios a medida que se acerca el partido, los revendedores podrían no experimentar una disminución significativa en los valores. Goldberg señaló que aunque podríamos «potencialmente ver caer los precios» en las próximas dos semanas, la tendencia histórica indica que la disminución puede no ser significativa.
El Super Bowl LVIII se llevará a cabo el domingo 11 de febrero en Las Vegas, iniciando a las 6:30 p.m. hora de Miami. La transmisión en Estados Unidos estará a cargo de CBS y su servicio de streaming Paramount+. En México, los aficionados podrán sintonizar el evento a través de diversas señales, incluyendo TV abierta (Canal 5 y Canal 7), ESPN, Star+ (opción en streaming) y Fox Sports.
En resumen, el Super Bowl 2024 no solo promete emociones deportivas, sino también desafíos financieros, convirtiéndose en un fenómeno económico que no pasa desapercibido.