Tal vez no tan presente ahora, pero en algún tiempo, recuerdo escuchar con frecuencia que el objetivo era ‘ser alguien’. Y esto podía elaborarse, quizás, ‘en la vida’.
Recuerdo la peli de ‘El joven manos de tijera’(1990) de Tim Burton, cuyo personaje principal no estaba registrado civilmente, entonces, era nadie.
De manera simplista, podría poner que un camino del Zen sería la exploración del devenir en un silenciamiento a la identificación de ser algo, de ser alguien.
Y en estos días de redes sociales, de perfiles y curaduría, donde se invita a ser quien quieras ser, a contemplar el ser de otros, a dejarse impactar por el registro cotidiano y comercializado de alguien, siendo, a quien nombramos influencer, ante los influenciados.
Al colocarnos frente a otro, todavía con mascarilla, ante una pantalla o un acrílico, con la pauta latente de mantener distancia, por esta fructificar en salud, con la posibilidad de correr la pantalla hacia arriba, hacia abajo, llevar la mirada a otro…
Ante todas estas, aparentemente nuevas, posibilidades, aunadas a todas las pre existentes: la premisa de ser buen@, mal@, exitos@, fracasad@, dign@, bell@, list@, adecuad@… quienes somos?
Cómo somos alguien en un contexto que se antoja hiper directivo, sobre estimulado, enjuiciador y consumista? Cómo vives Ser Tú, en la actualidad instrumentada e indicativa que pareciera saber quién y cómo deberías ser?