Jaime González Cano, integrante del Centro Regional de Investigación del Instituto Nacional de la Pesca, aseguró que, de acuerdo a un análisis de la Universidad de Florida y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), a partir de la mitad de este mes o principios de junio se comenzará a sentir más la presencia del arribazón del sargazo a las costas de Quintana Roo.
Sin embargo, dijo que a diferencia de lo que pasó en 2018-2019, en donde se recolectaron en todo el litoral de la entidad alrededor de 528 mil toneladas del alga, en esta ocasión se esperará una reducción significativa del sargazo.

“La bronca de todo esto es la incertidumbre que hay, cuando todo mundo esperaría volúmenes grandes de repente ahora no va a llegar, al menos este año”, afirmó.
González Cano destacó que la conformación de un Centro de Investigación de Monitoreo Integral del Sargazo, que realizarían algunos de los países del Caribe que se ven afectados por el alga, no se ha podido concretar.
Ahondó que, la situación que se vive actualmente, generó que este proyecto se frenara y solo quede en el papel, aunque cada país propone sus protocolos y lineamientos para frenar la afectación.