El gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha pedido al Congreso de su estado un permiso para participar en las elecciones presidenciales de 2024, lo que requiere un período de seis meses fuera de su cargo. Anteriormente, presentó una solicitud similar al Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, que la consideró inviable el 18 de octubre. El tribunal argumentó que el proceso primero debe pasar por el Congreso y, en caso de controversia, podría impugnarse ante el tribunal. Ahora, el Congreso estatal debe tomar una decisión sobre su solicitud, pero los representantes del PRI y del PAN, que tienen mayoría en la Cámara, han anunciado que no concederán la licencia.
El partido de García, Movimiento Ciudadano, aún no ha decidido si presentará su propio candidato en las elecciones presidenciales de junio de 2024 o si se unirá en una alianza con la oposición, aunque esta última opción es improbable. García optó por recurrir al Tribunal Electoral sabiendo que el PRI y el PAN no tenían intención de concederle la licencia. También solicitó que, en su ausencia, el secretario del Gobierno lo reemplace, buscando mantener la gubernatura de Nuevo León bajo un aliado, pero es poco probable que la oposición acepte esta solicitud sin acuerdos políticos desconocidos.
El Tribunal Electoral no se pronunció sobre este asunto debido a la inviabilidad de la solicitud del gobernador, pero podría hacerlo si García busca una resolución judicial después de que el Congreso rechace su licencia. García ha cambiado de opinión varias veces sobre su candidatura presidencial, pero su juventud y su reciente paternidad lo hacen ser paciente en este asunto. El partido mejor posicionado para la presidencia es Morena, y Movimiento Ciudadano cuenta con otras opciones, aunque aún no se ha definido.
El tiempo apremia, y el gobernador de Nuevo León solicita una decisión urgente al Congreso, lo que depende de la buena voluntad de priistas y panistas. La posibilidad de que Movimiento Ciudadano postule un candidato a las elecciones presidenciales es un factor en el juego político. La oposición, liderada por Xóchitl Gálvez del PAN, necesita apoyo y la división no les beneficia. Los morenistas, por otro lado, no parecen necesitar votos para ganar la presidencia, pero sí para lograr una mayoría en el Congreso.
La pelota está en el tejado del PRI y el PAN, quienes podrían negarse a conceder la licencia argumentando que es un gobernador recién electo y que la Constitución mexicana solo permite licencias por razones de fuerza mayor. Sin embargo, en la práctica, se han otorgado licencias cuando los Congresos estatales lo han considerado adecuado. En general, García tiene una nueva oportunidad.