La panza, la edad, las canas, las ganas…
Y mismo así, mucho se dice que el dinero y la educación no pueden esconderse, aunque veo soberanos esfuerzos, algunos casi triunfales.
Que no se te vea feliz, despiertan las envidias.
Que no se te vea llorar por los rincones, provocando lástima.
Que no se te vea muy delgada, las carnes están de moda.
Que no se te vea pasadita, parece que te dejaste.
Que si tienes tatuajes, te vistes de seria, muy atrevida, muy escotada, muy colorida.
Si eres muy estudiada, si pasas de ignorante. Si se te ha dado en la vida,
si naciste con la estrella partida.
Si se leen triple ceros en tu chequera o sobrevives en ceros.
Si eres sonriente, simpática, provocativa, distante, buscona, estirada, atlética, pasmada, lenta, avispada…
Verdad que seas lo que tú seas, quien tú quieras, considera si no se te repite, a gritos y veladamente, que para brillar, apagues tu luz.
Y yo, acá propongo que ilumines tu vida, con tu propio color, que dejes sonar tu voz y resonar tu sonrisa. Que abraces tu corazón y te permitas florecer.
Sólo por ti,
sólo por hoy.