En enero de 2024, importantes figuras militares de la OTAN emitieron advertencias simultáneas sobre la urgencia de que la alianza se prepare para un posible conflicto con Rusia. El almirante neerlandés Rob Bauer, presidente del Comité Militar de la OTAN, expresó en una conferencia de prensa después de una reunión de dos días la necesidad de reconocer que la paz no puede darse por sentada.
El contexto de la guerra rusa contra Ucrania, que pronto cumplirá su segundo aniversario en febrero, ha llevado a figuras destacadas como Erik Kristoffersen de Noruega a destacar la existencia de una «ventana de oportunidad» que debe aprovecharse mediante inversiones adicionales en defensa segura. Micael Bydén, comandante en jefe de Suecia, instó a sus compatriotas y políticos a pasar de la comprensión a la acción.
Llamamiento de los militares a la política
Analistas consideran que estas declaraciones constituyen un llamado de los militares a los políticos europeos para que reevalúen la estrategia en el conflicto con Rusia. La esperanza inicial de poner fin rápidamente a la guerra en Ucrania mediante suministros de armas occidentales y sanciones contra Rusia no se ha materializado, según el experto en seguridad alemán Nico Lange en una entrevista con DW.
La preocupación principal de militares y analistas se centra en la escasez de municiones, equipamiento militar actualizado y la capacidad de producción en Europa. La falta de entrega de un millón de proyectiles prometidos por la Unión Europea a Ucrania para marzo del año pasado es un ejemplo destacado. Según Lange, el Gobierno alemán y otros tardaron en otorgar garantías de adquisición a los fabricantes, lo que refleja una urgencia que ha tardado dos años en abordarse.
Inversiones esenciales en defensa
En el peor de los escenarios, la OTAN cuenta con tan solo cinco años para fortalecerse lo suficiente y mantener un potencial disuasorio efectivo ante posibles amenazas rusas en territorio de la alianza. Christian Mölling, director del Centro de Seguridad y Defensa de la Sociedad Alemana de Política Exterior, advirtió en un análisis a finales de 2023 sobre la necesidad de actuar con prontitud.
La urgencia se centra en inversiones cruciales en drones, municiones y vehículos de combate. La capacidad de disuasión militar de la OTAN está directamente vinculada a los suministros destinados a Ucrania y a la capacidad de los depósitos de municiones de los países miembros. A medida que la situación evoluciona, la comunidad internacional observa de cerca las decisiones políticas y estratégicas que se tomarán en respuesta a estas preocupaciones planteadas por los militares de alto rango de la OTAN.