El alto comisionado de las Naciones Unidas sobre pobreza extrema y derechos humanos, Philip Alston, advirtió que el cambio climático tendrá un mayor impacto entre los habitantes que viven en la pobreza.
Dijo que el mundo va en camino al ‘apartheid climático’, donde los ricos comprarán su vía de escape de los peores efectos del calentamiento global, mientras los pobres serán los más perjudicados.
Confesó que aunque las personas que viven en la pobreza son responsables de sólo una fracción de las emisiones globales, serán las más afectadas.
Subrayó que los más adinerados del planeta serán “los mejor ubicados para lidiar con el cambio climático”, lo cual es una consecuencia ‘perversa’.
Agregó que actualmente los ricos son las principales fuentes de gases de efecto invernadero –un integrante del 1% de la población más rica del mundo contamina 175 veces más que un humano ubicado en el 10% más pobre– y se han enriquecido con este modelo económico.
Insistió en que “incluso en el mejor escenario, cientos de millones enfrentarán inseguridad alimentaria, migración forzada, enfermedades y muerte”.
“El cambio climático amenaza el futuro de los derechos humanos y amaga con deshacer cincuenta años de avances en desarrollo, salud global y reducción de la pobreza”, abundó.
Dijo que con sólo un incremento de 2°C, entre mil y 2 mil millones de humanos carecerán de acceso al agua, se perderá el 30% de los cultivos, provocará un incremento de 250 mil muertes anuales por enfermedades.
Además obligará a 140 millones de habitantes de América Latina, África Subsahariana y Asia del Sur a desplazarse.
Gobiernos no actúan
También criticó a los gobiernos por no hacer algo al respecto a pesar de que los científicos y los activistas del clima han estado dando la voz de alarma desde la década de 1970.
Dijo que no basta con sólo enviar a funcionarios a conferencias para hacer ‘discursos’.
Acusó a los países de no estar cumpliendo con sus compromisos actuales para reducir las emisiones de carbono y proporcionar financiamiento climático.