Cuando los astronautas Suni Williams y Butch Wilmore dejaron la Tierra rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI) hace dos meses, lo hicieron con un objetivo claro: llevar a cabo la prueba de vuelo tripulada inaugural de la nave espacial Starliner de Boeing. En su equipaje, sin embargo, no llevaban artículos de tocador ni comodidades personales, con la expectativa de regresar a la Tierra en una semana aproximadamente.
Hoy, tras más de 60 días en la estación espacial, la NASA considera la posibilidad de que su misión se extienda hasta principios de 2025 debido a problemas técnicos con la cápsula Starliner. Aunque la decisión final aún no se ha tomado, y los responsables de la agencia espacial esperan resolver desacuerdos internos sobre la seguridad del Starliner, la posibilidad de una prolongación de la misión está sobre la mesa. Se espera que la decisión se tome a mediados de agosto.
En caso de que el Starliner no sea considerado seguro para el retorno, Williams y Wilmore podrían regresar a la Tierra a bordo de una cápsula SpaceX Crew Dragon. De ser así, la misión Crew-9 de SpaceX, programada para volar con cuatro tripulantes, sería ajustada para permitir su regreso. Los dos astronautas que quedarían fuera de la misión Crew-9, aunque aún no se ha revelado quiénes serían, cederían sus asientos para permitir el retorno seguro de Williams y Wilmore.
Por el momento, Williams y Wilmore no forman parte oficial de la Expedición 71, la tripulación principal de la EEI. No obstante, han asumido tareas cotidianas en el laboratorio en órbita y, si su estancia se prolonga, pasarán a ser miembros oficiales de la tripulación de la expedición, asumiendo responsabilidades completas, incluyendo caminatas espaciales, mantenimiento de la estación y un estricto cronograma de experimentos científicos.
La NASA ha asegurado que ambos astronautas están completamente capacitados para este cambio. Desde hace tiempo, la agencia había preparado a su equipo para posibles extensiones de misión, asegurando los recursos, suministros y entrenamiento necesarios.
En cuanto a su posible regreso, la NASA considera enviar la nave espacial Boeing Starliner vacía de vuelta a la Tierra, y que Williams y Wilmore se unan a la tripulación de la misión Crew-9. De ser así, los cuatro astronautas formarían parte de la Expedición 72, prevista para comenzar en septiembre.
Mientras tanto, Williams y Wilmore continúan con su rutina diaria a bordo de la EEI, realizando tareas de mantenimiento, inspección de hardware, organización de la carga, y apoyando en experimentos científicos. Además, han tenido la oportunidad de participar en actividades recreativas en microgravedad, como simular pruebas olímpicas a bordo de la estación espacial.
A pesar de la incertidumbre sobre su regreso, ambos astronautas se encuentran en buen estado y preparados para cualquier eventualidad. La NASA deberá tomar una decisión en breve para asegurar que los recursos a bordo de la estación espacial se gestionen de manera eficiente, y que Williams y Wilmore puedan regresar a casa de manera segura en el momento adecuado.