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    OpiniónMéxico - Tercera llamada tercera

    México – Tercera llamada tercera

    Opinión

    Coronavirus (Covid)
    Así se conoce popularmente, la pandemia que está viviendo la humanidad actualmente.

    Siguiendo el ejemplo chino, que pareciera que ha dado resultado, se le ha dado la receta al mundo, del ‘confinamiento en el hogar’, con la finalidad de que al aislarnos unos de otros, se evite el contagio y de esa forma controlar mejor la pandemia.

    Escribo este artículo, el 22 de abril, unos días antes de que México se declare en etapa 3 (etapa de expansión), con la esperanza de las autoridades de que esto dure el mes de mayo y se inicie el declive de la misma, ahora en Europa está apareciendo la factibilidad de la disminución de la misma y algunos países como EU y Brasil, hablan de terminar el aislamiento.

    La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda cautela y temor de un rebote de la pandemia, la realidad es que nosotros, los comunes ciudadanos, no tenemos una visión y una información clara y fidedigna que nos permita conocer, ya no digamos pronosticar la evolución de esta pandemia.

    El mundo se percibe confuso y voces de muy diferentes personas, medios y países, externan opiniones de todos tipos, con informaciones sesgadas, mal informadas, mal interpretadas o de plano de mala fe, creando y colaborando con la ignorancia y confusión reinante.

    La mayoría externa los siguientes puntos de vista:

    1.- Después del coronavirus, nada será igual.
    2.- El coronavirus, vino a demostrar que el capitalismo de libre mercado debe cambiar.

    Independientemente de cómo se siga desarrollando esta pandemia y que tanto falte por vencerla y regresar a la normalidad, mi punto de vista es que no coincido con ninguno de esos puntos de vista.

    ‘La normalidad’ por llamarle de alguna manera, a los sistemas económicos-políticos-sociales en los que nos vemos envueltos, no son producto de una generación espontánea, se ha llegado a lo que somos y como somos, en un proceso de 10 000 años de civilización, como lo conocemos actualmente, arrancando del dominio de las herramientas, el fuego y la agricultura, estamos hablando de 333 generaciones, en las que nos hemos pasado de una a otra nuestras experiencias, expresadas en conocimientos, comunicados verbalmente o por escrito a través del lenguaje y la experiencia, cada generación le aporta a la siguiente su experiencia y en ese proceso se ha dado la evolución de la humanidad, que no es otra cosa, que lucha del ser humano por alejarse de la bestia que llevamos adentro y de la cual hemos venido evolucionando.

    Cada estructura humana, social y económica, tiene sus antecedentes y razones de porqué está presente y expresa también los cambios que va teniendo justo con ese maravilloso proceso de evolución, que Pierre Teilhard de Chardin definió acertadamente como el proceso de ‘La espiritualidad de la materia’.

    El siglo XX al cual yo lo he denominado, como el siglo de la revolución de todas las revoluciones en los procesos humanos, todo cambió, empezado que fue el siglo en donde la humanidad ‘se dio cuenta’ que energía y materia, son una misma cosa expresada o manifestada y percibida por el ser humano en forma diferente (E=mc2), ese conocimiento cambió la historia de la humanidad y todo evolucionó.

    Evoluciona la agricultura.
    Evolucionó el manejo de la energía.
    Evolucionaron las comunicaciones.
    Evolucionaron todas las tecnologías.
    Evolución de la medicina.
    Evolucionaron las ciencias sociales y la psicología.
    Se conquistó el espacio exterior.
    Se iniciaron los procesos de manipulación genética, etc. etc.

    El mundo del siglo XX acabó siendo totalmente diferente al mundo del siglo XIX, algo similar a lo que pasó en el mundo, con la aparición de los griegos y romanos, con la invasión de los bárbaros a Europa y la edad media, con el renacimiento europeo, o con la revolución industrial, cambios asombrosos en la evolución de la humanidad. Plagas ha habido cientos y ninguna ha significado ningún cambio drástico en el devenir humano, salvo la experiencia de a los que los tocó vivirla, porque las plagas, son destructivas, no constructivas.

    El desarrollo tecnológico, está creando un ritmo de desarrollo que se retroalimenta así mismo, los siglos XX y XXI, van a ser dos periodos que van a significar el cambio más profundo que haya vivido la humanidad y nada cambiará ese rumbo, el siglo XIX será para los seres humanos del silgo XXII algo tan distante y lejano como lo fue el mundo antes de los griegos o después, en el medievo y renacimiento a el mundo antes del desarrollo industrial y tecnológico con el de ahora, pero no será por el coronavirus, sino por la inercia en la cual todo el mundo se encuentra inmerso, en donde la consecuencia de la globalización (tan criticada actualmente), se extiende inexorablemente, sin ninguna otra opción, las televisiones y los celulares del mundo, no se van a apagar por la voluntad de nadie.

    El ocultar que el libre mercado en China, Medio Oriente y en la India, ha incorporado a más de 1000 millones de pobres a la clase media mundial a nivel de países desarrollados, es querer tapar el sol con un dedo.

    Los demagogos, los mentirosos, los improductivos y los frustrados, están desarrollando campañas en contra del libre comercio, con una tremenda confusión, pues no distinguen al libre comercio de la corrupción, pues lo que sí es una realidad que el 90% de las grandes fortunas, no son de los creadores de las grandiosas empresas productivas, Google, Amazon, Apple, etc., etc. sino de especuladores, de gobiernos corruptos, de abusadores del sistema.

    En México, los grandes factores en su mayoría con grandes excepciones, como Bimbo, Maseca, Walmart, Aurrera, Cervecería Modelo, etc. etc. se han creado al amparo de acciones perversas con personas del gobierno, coludidos con todo tipo de personajes y así tenemos la provocada crisis de la bolsa mexicana, la nacionalización de la banca y su privatización posterior con bolseros y su Fobaproa y al final, con el remate bancario a la inversión extranjera, el remate carretero, los swaps, las estafas maestras y la perversa corrupción de todos los políticos mexicanos (con excepcionales excepciones), desde el periodo de Echeverría con sus fideicomisos hasta Enrique Peña Nieto y a esa corrupción se le llama ‘Perversión del libre mercado’.

    La economía mundial se globaliza y se mueve con el libre mercado, que significa poner en el mercado los productos para que un consumidor elija en función de calidad y precio. Es el único medio en que el mundo ha podido progresar a través de la iniciativa privada, que lucha, se esfuerza y se arriesga a producir, compitiendo en el mercado abierto, en donde la oferta y la demanda, produce la mejor opción para el consumidor.

    Los seres humanos somos procesadores energéticos, consumimos alimentos para tener energía para trabajar, consumimos energía para desplazarnos, construimos viviendas con la energía de máquinas y trabajadores, consumimos energía para recrearnos en viajes y deportes, cada objeto de nuestra vida ha consumido energía para existir, nosotros lo que hacemos es intercambiarla, para eso usamos el dinero, la economía del mundo está basada en ese intercambio de energía, esa es la economía universal, que no es otra cosa, que la energía humana, aplicada con ingenio (inteligencia), para producir lo mejor al mejor precio y eso es ‘ECONOMÍA DE LIBRE MERCADO’.

    Hasta el día de hoy LA DEMOCRACIA, (la división de poderes), con la ECONOMÍA DE LIBRE MERCADO (la competencia para producir), han creado la única fórmula en la historia de la humanidad que ha provocado, evolución, desarrollo y bienestar, todas las demás formas de organización social, reinados, dictaduras, juntas militares, comunismo, anarquismo, etc. etc. No ha producido más que retrocesos y desgracias, no nos dejemos engañar, solo ‘El trabajo ORGANIZADO’, solo el esfuerzo y la lucha diaria, solo el riesgo empresarial, produce riqueza, todo lo demás es resentimiento, rencor, odio, división y su consecuencia inmediata ‘POBREZA’.

    Todos los que crean que el coronavirus va a producir una nueva era de bienestar, se equivocan, solo va a provocar un derrumbe económico, de resultados catastróficos para la población más pobre del mundo, que por desgracia es el 50% de la humanidad, para las grandes economías será un tropiezo importante en su desarrollo, pero para las grandes democracias del mundo regidas por el libre mercado (En las que incluyo a China, a Vietnam y todos los países comunistas que se inclinaron por el libre mercado), será un tropiezo y un retroceso, pero para los países en desarrollo como México, con una población que cada día está más dividida con una democracia en evolución, con una economía que no encuentra su definición, esta crisis puede ser fatal.

    Es urgente en México, un pacto de gobierno y de iniciativa privada, para que cada uno respetando su campo de acción, se reinicie una política de productividad, de desarrollo, de INVERSIÓN, que aproveche al máximo el beneficio competitivo del tratado de libre comercio y sus ventajas competitivas, que generemos la riqueza necesaria para que el gobierno continúe con sus programas sociales, que dejemos de demonizarnos como sociedad polarizada de gobierno en contra de iniciativa privada, que la iniciativa privada no le pida chiches (si crédito con garantía) al gobierno y que el gobierno no ordeñe a la vaca, sin alimentarla hasta agotarla.

    La responsabilidad que tenemos en nuestra generación es enorme, es increíble pero México se encuentra ante las puertas de más posibilidades grandiosas, pero también desastrosas, tenemos un gobierno de oportunidad en honradez y con conciencia social, que manifiesta no tener respeto ni admiración por la iniciativa privada, la desprecia y margina y tenemos una iniciativa privada, marginada de las decisiones, sin representación gubernamental, que no está estructurada como ‘oposición consciente’ y cada vez más preocupada ante la posibilidad de un gobierno que no ejerza la justicia social, sino la destrucción consciente o inconsciente de la iniciativa privada.

    Hay dos caminos:

    1.- Una reconciliación total de gobierno (con sus planes sociales) y una iniciativa privada con una nueva conciencia social, que lleve a México a una posición de éxito y desarrollo.

    2.- Un enfrentamiento estratosférico, una cerrazón al diálogo y una actitud destructiva de ambas posiciones que catapulte a México a una pandemia de destrucción peor que el coronavirus.

    Por Marcos Constandse Madrazo

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