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    OpiniónLos poemas son la vida: Armina Wolpert

    Los poemas son la vida: Armina Wolpert

    Opinión

    Joseph Brodsky

    ‘A Eugenio’

    En cualquier elemento el hombre

    es tirano, prisionero o traidor…

    A. Pushkin

    Yo estuve en México, escalé las pirámides

    impecables moles geométricas

    desparramadas por el istmo de Tehuantepec.

    Quiero creer que las hicieron visitantes del cosmos

    pues estas obras suelen edificarlas los esclavos

    y el istmo está cubierto de hongos pétreos.

    Los ídolos de arcilla son tan fáciles

    de falsificar que propician rumores.

    Bajorrelieves varios, con cuerpos de serpientes

    y el alfabeto indescifrable de una lengua

    que ignoró siempre la conjunción o.

    ¿Qué contarían si empezaran a hablar?

    Traducción de Ricardo San Vicente

    Los poemas han desaparecido. Pueden escribirse, pero no leerse. A veces se cantan.

    Pero hay gente que nace y vive, como canta Natalia Lafourcade: ‘Cada día sacando espinas de lo profundo del corazon’. Estas personas crean su propia música de poesía, la música de sus vidas y de los demás. Si tienes suerte, escucharás esta música. Para mí es música de poesía de Joseph Brodsky. Las líneas complejos, desgarrados, pero consistentes, a menudo no lógicos, a veces aburridos, pero tan profundos que podrían releerlos durante años, encontrando cada vez más matices de significado, como la vida misma. En muchos sentidos fue la influencia de su vida en Leningrado (actual Saint Petersburgo). Viví allí otra época, en los finales de los 80, pero su intensidad, tragedia, quebrantamiento, viento helado y agua negra del Neva – acompaña a todos y siempre. Solo esta ciudad podría crear este poeta. Recuerde: allí también se formó como escritor Dostoievski.

    La relación de Brodsky con el régimen soviético suele considerarse un ejemplo de confrontación irracional. De él decían: ‘No luchó contra el régimen. No lo vio y ni sabia de su existencia’. Existía en otra realidad.

    Joseph Brodsky nació en Leningrado en 1940 y murió en Nueva York en 1996. Fue un poeta ruso-estadounidense de origen judío. Se lo considera el poeta más grande nacido en la época soviética, el más importante en lengua rusa de la segunda mitad del siglo XX.

    Expulsado de siete escuelas, a la edad de 15 años tenía trabajos eventuales, generalmente, aparte de los de la traducción, de mecánico. Reconocido como un extraordinario traductor desde la edad de diecinueve-veinte años por los maestros de la traducción en Rusia, Joseph Brodsky tenía sin embargo dos características que no le gustaban a muchos: los poemas que escribía eran líricos, no cantaban la gloria de la URSS sino la fatalidad humana, y estaba excesivamente seguro de sí mismo y de su poesía. En 1964 se lo acusó de ‘parasitismo social’ y se lo condenó a cinco años de trabajos forzados, de los cuales cumplió solo uno y medio gracias a la intervención de Jean- Paul Sartre.  El 4 de junio de 1972, después de las amenazas del gobierno abandonó su país con una maleta​ que contenía la máquina de escribir y un libro de poemas de John Donne. Se asentó en Estados Unidos, donde compaginó su labor poética con clases de literatura en diversas universidades norteamericanas. En uno de sus poemas describe los obstáculos que encontró para plasmar sus ideas y sentimientos en inglés, su nuevo idioma.

    Su conocimiento de la poesía inglesa y su enraizado sentido del aislamiento y la melancolía, lo llevaron a cultivar una poesía de meditación nocturna. A pesar de la falta de educación superior, Brodsky era un erudito, era profesor de la Universidad de Michigan. Los poemas de Brodsky están llenos de hechos y alusiones, a veces deben resolverse como un crucigrama.

    Sus obras relacionados a Mexico son: Divertimento mexicano y A Eugenio. La primera está dedicada a su amigo, Octavio Paz, a quien visito en Cuernavaca.

    Brodsky y Octavio Paz eran amigos. Brodsky incluso incluyó ‘El laberinto de la soledad’ en la lista de libros obligatorios.

    Quizás lo que los conectó fue el hecho de que ambos sabían literalmente todo en literatura. Paz fue uno de los que llevo a la literatura sudamericana una escala mundial, encarnó el sueño de Borges ser un escritor global de literatura. Lo mismo paso con Brodsky. No era solo un poeta, era la literatura misma.

    Paz tradujo al español miles de líneas de japoneses antiguos y suecos modernos, italianos y portugueses, a Eliot y surrealistas. En su siglo, parecía conocer a todos. No en vano, el poemario dedicado a él, publicado con motivo del 80 cumpleaños de Paz, se convirtió en un escaparate de las fuerzas poéticas de los cinco continentes. También está el ‘Divertimento Mexicano’ de Brodsky.

    Esto recuerda a Brodsky quien aprendió polaco para traducir las obras de Czesław Milosz, el inglés para traducir a John Donne.  Se interesó profundamente en la filosofía clásica, la religión, la mitología, la poesía inglesa y estadounidense.

    Para Brodsky el lenguaje constituye la materia vital de la eternidad y la poesía, la más alta expresión de los lenguajes, un regalo de esos cosmos expresivos que hacen que el hombre traspase los tiempos a pesar de la muerte. La poesía, lo sabemos, no hace al hombre mejor o peor, pero sí más libre, y la libertad es el único instrumento contra los poderosos y sus cantos de sirena. El poeta es un instrumento del lenguaje, dijo al recibir el Nobel, un artesano de la palabra, un maestro de lengua. Pero, además, es la más perdurable forma de la vida, porque está hecha de tiempo y de las modulaciones que este imprime a seres y cosas haciendo llevadero nuestros tránsitos hacia la muerte.

    Brodsky no entendía por qué la poesía no atraía a una amplia audiencia en Estados Unidos. Consideraba la poesía como ‘el grado más alto de madurez del lenguaje’ y quería que todos fueran receptivos a ella. Propuso hacer antologías de bajo costo de los mejores poetas estadounidenses para tenerlos disponibles en los hoteles y aeropuertos, hospitales y supermercados. Pensó que las personas inquietas, asustadas, solas o cansadas podrían ver poesía y de repente descubrir que otros habían experimentado las mismas emociones antes y los usaron para glorificar la vida y no para huir de ella. Se hizo el proyecto y los estadounidenses de repente comenzaron a leer la poesía de sus propios poetas.

    ¿No es una gran idea para México?

    La posición de Brodsky hacia la historia del continente americano es interesante. Para él la historia aquí comenzó con el asentamiento por europeos, es decir, en el siglo 16-17. Es entendible, era una persona enfocada en la cultura europea. Incluso en poesía pueden leer en el comienzo del poema ‘A Eugenio’ – es ‘visitantes del cosmos’, ‘los esclavos’. Octavio Paz influyó en su obra por lo mismo Brodsky lo dedicó varios artículos. En sus poemas mexicanos se traza una cosmovisión general. La historia para ambos es tiempo, espacio y cultura.

    El 10 de diciembre de 1987 Joseph Brodsky recibió el Premio Nobel de Literatura por ‘Creatividad integral, saturada de pureza de pensamiento y brillo de la poesía’.

    En su discurso en la ceremonia de premiación dijo: «Hay un delito grave: descuidar libros, no leerlos. Por este crimen la persona paga con toda su vida: si el crimen lo comete la nación, lo paga con su historia «

    El 11 de octubre de 1990, Octavio Paz recibió el Premio Nobel de Literatura por ‘Por su escritura apasionada y de amplios horizontes, caracterizada por la inteligencia sensorial y la integridad humanística’.

    En su discurso en la ceremonia de premiación dijo: «Comencé a escribir poemas. No sabía qué me llevaba a escribirlos: estaba movido por una necesidad interior difícilmente definible. Apenas ahora he comprendido que entre lo que he llamado mi expulsión del presente y escribir poemas había una relación secreta. La poesía está enamorada del instante y quiere revivirlo en un poema; lo aparta de la sucesión y lo convierte en presente fijo. Pero en aquella época yo escribía sin preguntarme por qué lo hacía. Buscaba la puerta de entrada al presente: quería ser de mi tiempo y de mi siglo. Un poco después esta obsesión se volvió idea fija: quise ser un poeta moderno.»

    Escuchar la música de la poesía es estar enamorado del presente, como dice Paz, y no leer poesía es un crimen contra la propia vida, como dice Brodsky.

    Dos genios, dos mundos, dos valores absolutos, los únicos para sus países hasta el día de hoy, quienes recibieron el premio Nobel. Ellos hablan de lo universal de lo que nos hace pensar.

    Divertimento mexicano

    A Octavio Paz

    Cuernavaca

    En el jardín donde M., un protegé francés

    mantuvo a una beldad de espesa sangre indígena

    hoy canta un hombre venido de muy lejos.

    En el jardín tupido como un trazo cirílico

    un mirlo nos recuerda al ceño cejijunto.

    El aire de la noche suena como cristal.

    El cristal ya está roto, notémoslo de paso.

    Aquí Maximiliano fue emperador tres años.

    Introdujo el cristal, la champaña, los bailes

    y todas esas cosas que adornan la existencia.

    Pero la infantería de los republicanos

    lo fusiló después. Dolorosos graznidos

    llegan del denso azul.

    Los campesinos sacuden sus perales.

    Tres patos blancos nadan en el estanque.

    El oído percibe en la hojarasca

    la jerga de las almas que conversan

    en un infierno densamente poblado.

    Traduccion:  Ricardo San Vicente

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