Las marchas en Cancún en protesta por los recientes feminicidios reflejan sin duda el temor y condena a este delito que lastima y lacera a la sociedad. En parte les asiste la razón. Sin embargo, este reclamo se ha empañado a causa de la violencia cometida por personas ajenas, presumiblemente traídas de fuera, que obedecen a intereses ajenos a la causa de los colectivos Feministas; que, por cierto, se han deslindado de los actos violentos y vandálicos a inmuebles gubernamentales y monumentos de esta ciudad.
Días antes de los sucesos, varios medios informativos dieron a conocer que se estaba convocando por redes sociales a una ‘marcha feminista no pacífica’ razón por la que las fuerzas de seguridad pública se prepararon para no confrontar a los manifestantes. Lamentablemente durante la marcha, se mezclaron los mal llamados ‘anarquistas’-la mayoría hombres- que hicieron destrozos y pintas. Según se dijo fueron el mismo grupo de personas que días atrás protestaron y vandalizaron en la ciudad de México por la misma causa.
Con los hechos se han distorsionado en los medios nacionales lejos de su exacta dimensión, pues en cuanto a la impartición de justicia, la Fiscalía General del Estado declaró que este año ha habido 12 feminicidios de los cuales 9 han sido resueltos y 3 están en proceso; uno de ellos el de Alexis.
Esta exposición negativa nos afecta a todos; ahuyenta a los turistas perjudicando los esfuerzos de los cancunenses por recuperar la economía y la tranquilidad, sobre todo, ahora con el Covid. Lo que habría que hacer, -y hay que diferenciar que una cosa es la parte económica y no le estamos dando prioridad; sino realmente lo que nos importa son las vidas de las personas- entonces habría que avanzar en la prevención y erradicación del problema con acciones concretas y diálogo. Por ello, la Mesa de Justicia para las Mujeres ha propuesto invitar a ‘ONU Mujeres’ para conocer e implantar la iniciativa ‘Ciudades Seguras Libres de Violencia contra las Mujeres’ cuyo enfoque es hacer que los espacios públicos sean confiables y accesibles para todas las mujeres y niñas. Para lograrlo es imprescindible la voluntad política en los 3 órdenes de gobierno; muchísima participación ciudadana y una alianza multisectorial (gobierno, sociedad civil, academia y sector privado). Esto implicaría cerrar filas como ciudadanos y no permitir que se lucre políticamente con la vida de las personas y el dolor de las familias. La comunidad queremos justicia, justicia, justicia.