En una nueva medida polémica, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el lunes que va a «romper relaciones» con la aplicación de mensajería WhatsApp, propiedad de la empresa estadounidense Meta, matriz de Facebook. Maduro argumentó que la plataforma está siendo utilizada por grupos fascistas para amenazar a su gobierno y a la población venezolana.
«Yo voy a romper relaciones con WhatsApp. Porque WhatsApp la están utilizando para amenazar a Venezuela. Y entonces yo voy a eliminar mi WhatsApp de mi teléfono para siempre. Poco a poco iré pasando mis contactos a Telegram, a WeChat (…) ¡Fuera WhatsApp de Venezuela!», declaró Maduro en un discurso desde el palacio de gobierno.
El mandatario alegó que WhatsApp está siendo usada para intimidar a la familia militar venezolana y a quienes no se pronuncian a favor de su gobierno. «Por WhatsApp están amenazando a la familia militar venezolana. A la oficialidad. (…) Por WhatsApp están amenazando a todo aquel que no se pronuncie a favor del fascismo (…) Primer paso: Retiro voluntario, progresivo y radical de WhatsApp», añadió Maduro, instando a los venezolanos a seguirlo en aplicaciones alternativas como Telegram y WeChat.
Esta declaración se produce en un contexto de creciente aislamiento para el gobierno de Maduro. La autoridad electoral de Venezuela, ampliamente criticada por la oposición y observadores internacionales, proclamó a Maduro como ganador de las elecciones del 28 de julio con aproximadamente el 51% de los votos. Sin embargo, la oposición sostiene que su recuento detallado muestra que el candidato opositor Edmundo González obtuvo alrededor del 67% de los votos, ganando por un margen de casi 4 millones de votos, un resultado que concuerda con las encuestas independientes.
La comunidad internacional ha intensificado sus reclamos para que se publiquen los registros electorales, aumentando la presión sobre el régimen de Maduro. «Y a WhatsApp le decimos: WhatsApp, vete pa’l carajo. Deja de amenazar a los venezolanos y a las venezolanas. Porque lo utilizan los delincuentes. Los delincuentes tienen chip colombianos, chilenos, gringos», concluyó Maduro en medio de los vítores de sus seguidores.
Este movimiento de Maduro es visto por muchos como una estrategia para desviar la atención de los problemas internos del país y para consolidar aún más su control sobre las comunicaciones y la información en Venezuela. La medida ha sido criticada tanto a nivel nacional como internacional, siendo percibida como otro intento del régimen de silenciar a la oposición y restringir las libertades de los ciudadanos venezolanos.