En un giro sorprendente de los acontecimientos, Luis Rubiales, quien ocupaba el cargo de presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y vicepresidente de la UEFA, ha presentado su renuncia. Esta decisión se produce después de la polémica generada por un beso no consentido que le dio a la delantera española Jennifer Hermoso tras la victoria de la selección española en el Mundial Femenino. En una declaración pública realizada a las 21:30 horas, Rubiales explicó sus motivos y su intención de dejar su cargo.
El ahora ex presidente de la RFEF expresó que había decidido también dimitir de su puesto en la UEFA para permitir que se llenara su vacante. Rubiales argumentó que su permanencia en el cargo no sería constructiva, ya que la controversia había generado un ambiente poco propicio para el bienestar de la Federación y el fútbol español en general. Además, señaló la presencia de poderes influyentes que podrían obstaculizar su retorno, lo que motivó su decisión de apartarse.
En sus palabras, Rubiales compartió que su familia había sufrido los efectos de lo que consideró una persecución desmedida, y había tenido que enfrentar acusaciones falsas. Sin embargo, también destacó que, día a día, la verdad estaba saliendo a la luz en la opinión pública, lo que podría contribuir a limpiar su nombre y reputación.
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) confirmó oficialmente la dimisión de Luis Rubiales a través de un comunicado oficial. Según los estatutos actuales de la RFEF, específicamente el artículo 31.8, cuando un presidente renuncia antes de que termine su mandato, se activa un proceso de convocatoria de elecciones para encontrar un sucesor. El candidato elegido asumirá la presidencia por el resto del período de su predecesor.
La renuncia de Luis Rubiales ha marcado un nuevo capítulo en la historia del fútbol español y de la RFEF. La incertidumbre sobre quién ocupará su puesto en la presidencia de la Federación plantea un desafío importante para la organización, mientras que Rubiales se embarca en una nueva etapa tras su controvertida salida. Este acontecimiento sin duda tendrá un impacto en el futuro del fútbol español y en la gestión de la RFEF en los próximos años.