Los Juegos Olímpicos de Verano de 2024 en París han dejado una marca imborrable en la historia de las transmisiones deportivas, atrayendo un promedio combinado de 30,6 millones de espectadores en diversas plataformas digitales y televisivas. Este impresionante aumento del 82% en la audiencia, comparado con los Juegos de Tokio, consolida a los Juegos de París como los más vistos de todos los tiempos.
La cobertura de los Juegos alcanzó 23.500 millones de minutos de tiempo de transmisión, superando en un 40% a los Juegos anteriores. Durante el «prime time» de París, equivalente a las tardes en Estados Unidos, 4,1 millones de espectadores sintonizaron diariamente las plataformas digitales, lo que subraya la creciente relevancia del streaming en la experiencia olímpica.
La transmisión en español también registró un notable incremento del 26% en la audiencia en comparación con Tokio, lo que refleja el poder de los Juegos para atraer a un público diverso y global.
Gary Zenkel, presidente de los Juegos Olímpicos, destacó la capacidad única de los Juegos para unir a la audiencia mediática, creando una experiencia compartida que se extendió durante 17 días consecutivos. Esta cobertura incluyó múltiples plataformas, desde canales lineales hasta redes sociales y formatos digitales.
Un momento culminante fue el partido por la medalla de oro en baloncesto masculino, donde Estados Unidos venció a Francia 98-87, atrayendo a 20,3 millones de espectadores, el mayor número desde los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996.
El éxito de la transmisión se atribuye a nuevas herramientas tecnológicas, como la visualización múltiple y los resúmenes diarios impulsados por inteligencia artificial. Más de una cuarta parte de los espectadores usaron la función de visualización múltiple para seguir varios eventos simultáneamente, lo que demuestra la evolución de las plataformas de streaming frente a la televisión tradicional.
El notable aumento de la audiencia en los Juegos de París sigue a los desafíos que enfrentaron los Juegos de Tokio, que fueron afectados por la pandemia y la falta de público en vivo. Este contexto ha subrayado el poder de los deportes en vivo para atraer a grandes audiencias en un momento en que la televisión tradicional está en declive y las empresas de medios están cambiando hacia el streaming.
En resumen, los Juegos Olímpicos de París 2024 no solo han elevado el estándar de las transmisiones deportivas, sino que también han destacado el creciente papel de las plataformas digitales en la experiencia deportiva global, marcando un hito en la historia de la televisión y el streaming.