La última película de ‘Flash’ ha resultado ser una decepción en términos de recaudación, obteniendo solamente 55 millones de dólares durante su primer fin de semana en Estados Unidos, cifra por debajo de las expectativas de Warner, quienes esperaban alcanzar los 70 millones. Sin embargo, el fracaso de esta película de DC no se puede atribuir únicamente a problemas como los efectos digitales o el exceso de cameos sin justificación.
El verdadero problema radica en la saturación generalizada del género de superhéroes en el cine y la tendencia a reemplazar historias sólidas con apariciones innecesarias. ‘Flash’ ejemplifica el desafío de Warner con su proyecto de superhéroes de DC. Siempre a la sombra de Marvel, DC ha estado produciendo películas siguiendo fórmulas similares y esperando obtener resultados comparables. En esta ocasión, decidieron estrenar ‘Flash’ apenas dos semanas después del exitoso lanzamiento de ‘Spiderman: cruzando el multiverso’.
Es decir, están lanzando otra película de multiversos, crossovers, superhéroes y cameos muy similar a la de Marvel en un corto período de tiempo. Es evidente que Warner ha optado por una estrategia poco acertada, confiando en que al ser una película de animación y dirigida a niños, no afectaría su desempeño en taquilla.
‘Flash’ ha recibido críticas por su calidad visual, con efectos digitales de baja calidad y una escena con bebés monstruosos que rompe cualquier sensación de inquietud en un momento supuestamente divertido. Aunque el director Andy Muschietti ha intentado justificar estos aspectos, afirmando que están diseñados así a propósito, el verdadero problema de la película trasciende el CGI o los actores con un «deepfake» peor ejecutado que en muchos vídeos de fans.
El guion es simplón, pobre y desorganizado, y más allá de cumplir con los típicos rescates, está plagado de diálogos vulgares, chistes embarazosos y una confusión entre emoción y cursilería excesiva. Incluso en comparación con la criticada ‘Shazam 2’, ‘Flash’ carece de ingenio a la hora de insertar el humor.