Pocos personajes del gobierno ejercen el poder con un estilo personal que contrasta con el ideal obradorista de la llamada Cuarta Transformación. Es el caso del doctor Jesús Seade, subsecretario para América del Norte.
Cinco ejemplos lo exhiben:
1.- Los de Peña Nieto le vieron la cara. Cuando López Obrador ganó las elecciones, nombró a Seade como su negociador para el nuevo tratado comercial con Estados Unidos y Canadá. Como el equipo de Peña Nieto ya había cerrado la negociación con el gobierno de Trump, Seade quiso hacerse notar diciendo que cambiaría los acuerdos en materia de inversión energética, para defender la soberanía nacional. Para complacerlo, literalmente cambiaron las palabras de un párrafo del TMEC. No cambió el sentido, no cambiaron los alcances, sólo le dieron una maquillada para que Seade se creyera relevante, y se la creyó. Le contó a su jefe López Obrador que él había detenido la privatización energética vía el nuevo tratado. Tan falso que hoy por hoy, las empresas estadounidenses que se quejan del cambio de reglas del gobierno federal en el sector, están impugnando a México amparándose en los compromisos de inversión bilaterales que protege el TMEC.
2.- Se dobló ante Estados Unidos y nuestros vecinos se aprovecharon. Ya como subsecretario, le tocó cabildear con el Congreso de Estados Unidos la ratificación del TMEC. No negoció. Sencillamente se entregó a los intereses americanos, al grado que rompió comunicación con los empresarios mexicanos que debía defender frente a las poderosas empresas vecinas. Le empezaron a apodar “doctor cede”, en vez de doctor Seade. Ese último tramo de entreguismo dejó vulnerable al sector productivo mexicano frente a acusaciones unilaterales de Estados Unidos. Seade lo negó en su momento, pero ya en la práctica está empezando a suceder. El daño hará que recordemos por años la torpeza.
3.- La frivolidad. En esta columna revelamos, con fecha y costo, la cantidad de viajes con cargo al erario que hizo el doctor Seade a Hong Kong y, además, en primera clase. ¿Qué hacía el subsecretario de América del Norte en Asia? Simulando para gastarse el dinero del pueblo mexicano: Seade tiene amigos y familia en Hong Kong, allá está lo que considera su hogar; entonces se organizaba supuestas comisiones de trabajo para que le pagáramos el boleto de avión. La desfachatez tuvo su clímax cuando, con cargo al presupuesto, acudió a las primeras filas de una pelea del Canelo en Las Vegas, y la justificó diciendo que iba a una reunión clave para cabildear el TMEC.
4.- Sueños grandes, resultados chicos. Seade creyó que podía dirigir la Organización Mundial del Comercio (OMC). El ridículo fue estrepitoso: no pasó de la primera ronda de votaciones. Era absolutamente previsible: a su discreta trayectoria se sumó que lo candidateaba un gobierno internacionalmente percibido como enemigo de la inversión (el de AMLO en México).
5.- El subsecretario sin subsecretaría. Tras el fracaso en la OMC, Seade se quedó como subsecretario… pero sin subsecretaría. La de América del Norte es una de las que determinó el presidente AMLO que debían desaparecer.
SACIAMORBOS
Con la salida de KBR de la refinería de Dos Bocas siguen sumándose las compañías que hacen el intento y terminan convenciéndose de que ese proyecto va a salir más caro de lo que dice el presidente y no va a estar listo en la fecha que prometió. Crecen las sospechas sobre la secretaria Nahle.