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    OpiniónLa Morenita del Tepeyac: Cristina Alcayaga

    La Morenita del Tepeyac: Cristina Alcayaga

    Opinión

    Me bautizaron con el nombre de mis dos abuelas un 12 de diciembre, así que en mi acta bautismal se lee: “María Cristina Guadalupe”. He estado acompañada por la imagen de la Virgen Morena a quien guardo un lugar especial. Por eso y porque ayer celebramos su día les recuerdo su historia y unos datos interesantes:

    Cuenta la leyenda que en el Cerro del Tepeyac, la Virgen de Guadalupe se le apareció a Juan Diego el 12 de diciembre de 1531, para que fuera el portavoz de su petición de edificarle un templo en ese sitio. El obispo Fray Juan de Zumárraga le pidió al indígena traer pruebas de lo que decía, y entonces, la virgen le dio rosas de castilla -que no crecían en esa región-. Juan Diego las envolvió en su tilma o ayate y cuando las mostró al obispo, la imagen de la Virgen apareció plasmada en la tela, consolidándose así el mito. También se consideró que el primer milagro de la virgen fue curar de la peste a Juan Bernardino, tío de Juan Diego.  

    En un libro, de Gisela von Wobeser investigadora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, describe que en el siglo 16 los franciscanos construyeron la ermita de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, donde antes se encontraba el santuario de la diosa Tonantzin Cihuacóatl. También relata que la historia de Juan Diego fue plasmada en náhuatl en el manuscrito nombrado “Nican Mopohua”, lo que ayudó a que ésta se expandiera de boca en boca a partir del siglo 17.

    La imagen de la Virgen de Guadalupe, ha sido sujeta a múltiples interpretaciones, históricas, antropológicas y desde luego religiosas; pero la mayoría son coincidentes en que esa mujer mestiza de mirada compasiva, ataviada en un manto con 46 estrellas, parada sobre una media luna sostenida por un ángel, rodeada  de rayos de sol, con flores en su vestimenta y los colores que le dan vida; agrupa todos los elementos cosmogónicos y religiosos que fusionaron a dos culturas y que hoy constituyen lo que somos y en lo que creemos los mexicanos que seguiremos rezando con devoción,  por generaciones, a nuestra Virgen Morena del Tepeyac.  

    Me despido de ustedes y les invito a seguirme en Twitter @Cristinalcayaga.

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