“Todavía estamos aquí”, señaló Sol Tamargo, reconocida fotógrafa, creadora de la serie Catrina Sirena, un trabajo que mezcla su arte, las tradiciones mexicanas, la belleza de la estética y la conexión que cada uno tiene con este mundo.
Con un trabajo de producción que representó superar muchos retos, Catrina Sirena viene a representar lo increíble de estar vivo. “Nos recuerda tener un corazón latiendo para ser capaz de sentir a la madre tierra”, comentó.
La serie fue realizada en cenotes y costas de la Riviera Maya, requiriendo el trabajo de personas expertas en buceo, incluidas las modelos, y que pudieran seguir bajo el agua sus indicaciones.
El resultado es un trabajo bello, franco y estético, con el mensaje ecológico que queda implícito en su trabajo.
Cuestionada sobre el motivo de este trabajo, señaló que a medida que se acercan las fechas de Día de Muertos, es el momento ideal para acordarnos lo que la tierra nos da, a través de los que ya no están. “Una vez al año, el portal se abre y la Catrina Sirena viene a darnos un mensaje. ¡Aún estamos de este lado! Donde los corazones laten, donde la Madre Tierra nos da todo lo que tiene”.
También dijo que estas fechas son una delgada línea que nos separa, y usa el arte para comunicar la urgencia de los tiempos en los que vivimos y mostrar al mismo tiempo, la belleza que aún existe.
La serie de catrinas las ha desarrollado durante los últimos cinco años, buscando enfoques artísticos, principalmente, y una vez encontrados, trabaja en la técnica para realizarlos.
Este esfuerzo la ha llevado a ser reconocida a nivel nacional, y a dar voz, a través del folclor, de la condición actual en la que se encuentra la naturaleza y la forma en que el hombre ha vivido, vive y seguirá viviendo en ella.
“El uso del arte es un regalo y una gran responsabilidad, en mi caso la de mostrar el estado actual de nuestra condición humana. Con este proyecto celebro la naturaleza, la vida, el arte folclórico y la delgada línea que nos separa entre la vida y la muerte”, finalizó.