Javier Milei, conocido por sus ideas libertarias, asumió la presidencia de Argentina con un enfoque ortodoxo para revertir la situación económica marcada por la inflación y la pobreza. En medio de una multitud entusiasta con banderas argentinas en el centro de Buenos Aires, el excéntrico economista, quien incursionó en la política hace apenas tres años, describió de manera cruda la crisis del país ante sus seguidores, declarando el fin del período populista y visualizando un renacimiento hacia una Argentina próspera y liberal.
Anticipando una inflación que oscilaría entre el 20% y el 40% mensual hasta febrero, con posibilidad de alcanzar una hiperinflación del 15.000% anual sin medidas drásticas de reducción del gasto, Milei subrayó la inevitabilidad de ajustes y shocks económicos. Reconoció que el corto plazo podría empeorar, pero expresó confianza en los beneficios a largo plazo mediante la creación de bases sólidas para un crecimiento estable, enfocándose en recortes en el Estado en lugar del sector privado.
Sin embargo, las acciones del nuevo Gobierno, que se conocerían el lunes siguiente, dependerían en gran medida de las negociaciones con la oposición, ya que Milei carece de mayoría en el Congreso y de apoyo de gobernadores provinciales. Medidas disruptivas, como la dolarización económica o la privatización de empresas estatales, podrían postergarse debido a estas limitaciones políticas.
El analista político Federico Aurelio destacó que, aunque Milei propuso diversas medidas durante la campaña, su viabilidad se ve comprometida por la falta de respaldo legislativo. Sin embargo, señaló que su apoyo popular dependerá más de si logra mejorar la situación económica del país que de cumplir estrictamente sus promesas.
En un escenario donde la inflación anual ronda el 150% y la pobreza afecta al 40% de la población, el partido de Milei, La Libertad Avanza, se posiciona como la tercera fuerza política en el Congreso, muy por detrás del peronismo y de la coalición conservadora Juntos por el Cambio.
Para enfrentar la crisis financiera, que incluye una deuda de 44 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y un extenso pasivo en pesos, el presidente designó a Luis Caputo, exfuncionario de la gestión de Juntos por el Cambio, como ministro de Economía. Además, figuras destacadas de este partido, como Patricia Bullrich, han sido incorporadas en el gabinete de Milei.
Consciente de su necesidad de respaldo popular, el presidente optó por dirigirse a sus seguidores en lugar de hacerlo frente a los legisladores, al mismo tiempo que realizó actividades protocolares y recibió a líderes extranjeros en la Casa Rosada. A pesar de las ausencias notables de figuras regionales de centroizquierda como Lula da Silva y López Obrador, líderes de derecha como Bolsonaro estuvieron presentes en el evento.
Today, I participated in @JMilei’s inauguration in Buenos Aires and congratulated the new President.
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) December 10, 2023
This is a new beginning for Argentina and I wish President Milei and the entire Argentinian people to surprise the world with their successes.
I am also certain that bilateral… pic.twitter.com/WFjsZsDYIQ