Por Cristina Alcayaga
Por primera vez los reyes de España visitaron Cuba la semana pasada. Es un hecho inédito porque el rey Juan Carlos sólo estuvo en La Habana durante la Cumbre Iberoamericana de 1999 y luego en 2016 acudió a los funerales de Fidel Castro.
¿Cual es la verdadera razón de esta visita? Nada menos porque el 2 de mayo pasado, el presidente Donald Trump, puso en vigor el Título Tercero de la Ley Helms-Burton, la cual permite a ciudadanos y empresas norteamericanos, así como cubanos nacionalizados; demandar ante los tribunales federales estadounidenses y pedir una indemnización por utilizar y obtener beneficios de las propiedades que les fueron expropiadas, lo que la ley llama ‘trafficking’. Esta ley fue promulgada en 1966 tras la revolución Castrista de 1959 y los presidentes anteriores habían postergado la aplicación de dicho precepto.
EL gobierno de España afirma que no reconoce la aplicación extraterritorial de esa ley y recomienda a los españoles ignorarla con fundamento en la Convención de la Haya. La Unión Europea ha establecido algunos mecanismos de protección legal, sin embargo, ya hay importantes empresas enfrentando demandas millonarias que tienen operaciones dentro de los Estados Unidos y se ven en la necesidad de responder ante el riesgo de ser condenados y que les confisquen bienes y cuentas bancarias.
Firmas como Air Europa, banco BBVA, los Hoteles Meliá, Cruceros Cárnival y Trivago, ya enfrentan estos juicios y se prevé que más empresas españolas, de las 260 que operan en la isla, sean requeridas. El tema es grave ya que España es el principal socio comercial de Cuba en la Unión Europea, representa exportaciones por mil millones de Euros al año y es el principal inversionista turístico con más de 70 hoteles establecidos.
Es condenable el uso de esta ley para alcanzar fines políticos que toman como bandera la defensa de la democracia y las libertades, atacando a aquellos que invierten, crean empleo, desarrollo y fomentan la economía en donde hace falta.
Esta discusión está añeja y enredada pues como dije anteriormente, data de 1966. Por otro lado, abre las puertas para que quienes hayan sido despojados durante la Revolución, puedan reclamar sus propiedades. Forma parte del famoso bloqueo Los Estados Unidos a Cuba desde la Guerra Fría, pero ahora actualizada por el presidente Trump. Porque recordemos está en campaña para lograr su reelección el próximo y año quiere ganar el voto de Florida.
Me despido de ustedes y les invito a seguirme en Twitter @Cristinalcayaga