Las recientes olas de calor que atraviesa el país han puesto a prueba la resistencia de la población, obligando a muchos a buscar alternativas para refrescar sus hogares. Sin embargo, el uso de sistemas de ventilación y enfriamiento, aunque efectivos, puede incrementar significativamente el consumo de energía y, por ende, el recibo de luz.
Incremento en el Consumo de Energía
Según la Comisión Federal de Electricidad (CFE), bajar solo un grado la temperatura en un espacio mediante sistemas de enfriamiento puede aumentar el consumo de energía entre 4% y 6%. Esto se traduce en un incremento considerable en el gasto eléctrico, especialmente en temperaturas exteriores elevadas. Por ejemplo, si la temperatura exterior es de 33 grados centígrados y se regula una habitación a 25 grados centígrados, el consumo de electricidad puede incrementarse entre 25% y 40%, explicó Ramsés Pech, asesor en asuntos económicos y energéticos.
Impacto en el Recibo de Luz
El costo de la electricidad varía según el rango de consumo: básico, intermedio o excedente. Cuando un usuario supera el límite y entra en el consumo excedente, se le aplica una tarifa más alta. Por ejemplo, un hogar con un consumo promedio de 20 kWh diarios (610 kWh mensuales) en la tarifa 1B pagaría 328.5 pesos al mes, debido a que su consumo se mantiene dentro del rango subsidiado. Sin embargo, si se instalan sistemas de ventilación que aumentan el consumo por encima del rango intermedio, cada kWh adicional se cobraría a un precio de 3.70 pesos.
Recomendaciones para la Eficiencia Energética
Ante la necesidad de utilizar sistemas de ventilación y enfriamiento, la CFE ha emitido una serie de recomendaciones para mitigar el impacto en el consumo energético:
- Optar por productos con el sello FIDE: Este distintivo se otorga a productos que contribuyen al ahorro de energía eléctrica. Comprar equipos con sello FIDE asegura alta eficiencia energética.
- Ubicación adecuada de aparatos electrónicos: Mantener ventiladores y refrigeradores lejos de fuentes de calor como lámparas o estufas.
- Ajuste adecuado de temperaturas: Configurar el aire acondicionado a un máximo de 25 grados centígrados y ajustar el refrigerador según las instrucciones del fabricante, ya que cada grado adicional de enfriamiento aumenta el consumo de energía en un 5%.
- Impermeabilización y uso de lámparas LED: Utilizar productos impermeabilizantes de acabado blanco que repelen el calor y sustituir bombillas tradicionales por lámparas LED, que pueden ahorrar hasta un 80% de energía.
Organización Vecinal y Tarifas
El precio de la electricidad y su subsidio varía según el esquema de tarifas, que están distribuidas en siete categorías (1, 1A, 1B, 1C, 1D, 1E, 1F). En regiones con temperaturas más altas, el costo del recibo es menor debido a un subsidio mayor. Por ejemplo, un consumo de 610 kWh mensuales en la tarifa 1 costaría 378.8 pesos al mes, mientras que en la tarifa 1C, que considera una temperatura promedio de 30 grados centígrados, el costo sería de 218 pesos mensuales.
Ramsés Pech sugiere que ante un aumento de 2 grados centígrados en la temperatura promedio a nivel nacional, es posible solicitar un cambio de tarifa para obtener un costo menor por el consumo de energía. Para ello, se requiere una organización vecinal que elabore una solicitud formal a la CFE, argumentando el aumento de la temperatura promedio en la zona y solicitando la reubicación a una tarifa con mayor subsidio.
Las olas de calor no solo afectan el confort de los hogares, sino también el consumo energético y el costo del recibo de luz. Es crucial seguir las recomendaciones de eficiencia energética y considerar la organización vecinal para ajustar las tarifas en función de las temperaturas locales, mitigando así el impacto económico en las familias.