El sector empresarial expresó su preocupación por la falta de información oportuna sobre la magnitud del huracán «Otis», que golpeó el estado de Guerrero, especialmente el Puerto de Acapulco. Esperanza Ortega, la presidenta de la Cámara de la Industria de la Transformación (Canacintra), lamentó la decisión de eliminar el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y solicitó su reactivación para poder hacer frente de inmediato a desastres de este tipo.
Ortega explicó que el Fonden no solo se destina a asistencia humanitaria, sino también a la reconstrucción de infraestructura. Este fondo es crucial para proteger vidas humanas y permitir una recuperación gradual de la economía. También subrayó la importancia de brindar apoyo a empresarios e industriales que sufrieron pérdidas de infraestructura.
Hizo un llamado a los legisladores para que tomen medidas rápidas y retomen el Fonden. Según los informes del representante de Canacintra en la capital del estado, también hubo daños considerables allí.
Héctor Tejada, presidente de la Concanaco-Servytur, informó que aún no han calculado el alcance de los daños causados por el huracán, pero están organizando centros de acopio para proporcionar ayuda a la población afectada.
El paso del huracán «Otis» ha complicado el suministro de mercancías, lo que ha afectado tanto a Guerrero como a Oaxaca. María Luisa Olvera, socia de la empresa de transporte Auto Express Costa Sur, señaló que han enfrentado dificultades para transportar productos debido al cierre de carreteras, especialmente en las rutas México-Acapulco y Acapulco-Huatulco. Esto ha afectado el transporte de artículos como juguetes, plásticos, bisutería, abarrotes, veladoras y productos relacionados con festividades como el Día de Muertos desde la Ciudad de México hacia la Costa Chica de Guerrero. Además, se transportan frutas como papaya, mango, limones, sandía y cacahuates desde el estado hacia la capital del país.
Olvera mencionó que los hoteles suelen recibir suministros cada 15 o 20 días, pero el huracán ha retrasado estos envíos. Estimó que los hoteles tienen suficiente inventario para sobrevivir entre tres y cuatro días en promedio, pero dadas las condiciones actuales, el tiempo de entrega podría extenderse hasta tres días, dependiendo del estado de las carreteras y las condiciones climáticas. La falta de señal telefónica y electricidad, junto con deslizamientos de tierra e inundaciones, ha dificultado aún más el transporte de mercancías.