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    El Gobernador de Sinaloa hace un llamado a la toma de empresas

    Opinión

    Ante las protestas de los agricultores que demandan un pago más justo por sus cosechas de maíz y que han cerrado el Aeropuerto de Culiacán, el Gobernador Rubén Rocha, miembro del partido Morena, sugirió a los productores que tomaran el control de las empresas procesadoras de maíz, como Minsa, Gruma y Cargill.

    En lugar de buscar una reunión con el Presidente, Rocha propuso localizar las plantas donde trabajan estas empresas y ocuparlas. Expresó su disposición a acompañar a los agricultores en esta acción, acusando a las industrias de adquirir los granos básicos a precios bajos.

    Sin embargo, el legislador del PRI, Ildefonso Guajardo, responsabilizó al Gobierno federal de desencadenar las protestas al eliminar la agricultura por contrato. Guajardo criticó al Gobierno por abandonar a los agricultores al eliminar la agricultura por contrato y dejar de comprar coberturas, y ahora pretende transferir la responsabilidad a los empresarios. Según Guajardo, esta postura pone en peligro la suficiencia agroalimentaria de México.

    El senador priista y ex titular de Financiera Rural, Mario Zamora, también desaprobó la propuesta del Gobernador de Sinaloa, argumentando que en lugar de buscar el diálogo y encontrar soluciones, está proponiendo violar la ley.

    Desde el martes pasado, los agricultores de Sinaloa y otros 10 estados han bloqueado carreteras para exigir mejores precios en la compra de sus cultivos. En Culiacán, el aeropuerto internacional ha estado cerrado durante dos días.

    Los agricultores exigen al Gobierno que compre las cosechas que las empresas privadas no adquieren, que se amplíe el programa de precios de garantía y que se destine un presupuesto para contingencias de mercado.

    Baltazar Valdez, presidente de Campesinos Unidos de Sinaloa, explicó que los Gobiernos estatal y federal acordaron comprar 2 millones de toneladas de maíz a un precio de 6,965 pesos por tonelada, pero esta compra solo se aplicaría a pequeños productores con hasta 10 hectáreas, dejando a otros agricultores fuera del beneficio.

    Valdez señaló que la gente está vendiendo sus cosechas por el precio mínimo de 4,800 pesos por tonelada, lo cual significa una pérdida de 2,000 pesos. Además, advirtió que si se retrasan en la venta de sus cosechas, la situación empeorará.

    En el pasado, la agricultura por contrato garantizaba una rentabilidad para los cultivos de maíz y otros granos, ya que los agricultores vendían sus cosechas a grandes compradores como Minsa, Cargill o Gruma. Estos contratos se respaldaban mediante coberturas en la bolsa de Chicago y el Gobierno establecía un «ingreso objetivo» adicional para garantizar la rentabilidad de los agricultores.

    Sin embargo, al cambiar la agricultura por contrato por el establecimiento de precios de garantía, una práctica antigua de hace 50 años, se desencadenaron las protestas de los agricultores.

    El Gobernador Rocha afirmó que Minsa, Gruma y Cargill se han aliado para acaparar bodegas y comprar toneladas de maíz blanco por debajo de los 6,965 pesos, el precio exigido por los productores para evitar pérdidas económicas.

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