El icónico avión comercial Concorde de British Airways, reconocido como el más rápido del mundo, ha retornado este jueves al Museo Intrepid de Nueva York tras completar un meticuloso proceso de restauración que se extendió durante varios meses. Este emblemático avión, parte integral de la colección del museo desde 2003, fue sometido a un riguroso tratamiento de lijado y repintado para preservar su esplendor y legado histórico, según lo informado por el Museo Intrepid, cuya sede se encuentra en el portaaviones retirado USS Intrepid.
El emocionante viaje de regreso del Concorde comenzó el miércoles, cuando fue transportado a través del río Hudson en una barcaza, para luego pernoctar en Jersey City, Nueva Jersey. Alrededor de las 9 de la mañana de este jueves, la aeronave hizo su entrada triunfal al museo, iniciando poco después su ascenso al Intrepid en una ceremonia que capturó la atención de visitantes y entusiastas de la aviación por igual.
Los admiradores del Concorde tuvieron la oportunidad de seguir de cerca su regreso, ya sea desde el muelle 86 o a través de las plataformas de redes sociales del Museo Intrepid, que brindaron una cobertura en vivo del evento. Las visitas públicas al Concorde se reanudarán el 4 de abril, permitiendo a los aficionados experimentar de primera mano la majestuosidad de esta aeronave legendaria.
El Museo Intrepid destaca que su Concorde ostenta el récord mundial de velocidad para un avión de pasajeros, habiendo alcanzado una velocidad máxima de 2.166 kilómetros por hora (aproximadamente 1.354 millas por hora), lo que representa más del doble de la velocidad del sonido. Este hito histórico fue logrado en 1996, cuando el Concorde completó el trayecto entre Nueva York y Londres en un tiempo récord de 2 horas, 52 minutos y 59 segundos.
Su último vuelo
Conocido con la matrícula G-BOAD, el Concorde hizo su debut en los cielos en 1976 y dejó una huella imborrable en la historia de la aviación comercial. Destacando su versatilidad, en una ocasión realizó un servicio operado conjuntamente por British Airways y Singapore Airlines, luciendo durante un período las libreas de ambas compañías, según informes de HeritageConcorde.com. Su último vuelo operativo tuvo lugar en 2003, marcando su camino hacia el Museo Intrepid.
La retirada gradual de la flota de Concordes fue motivada en parte por el trágico incidente ocurrido en agosto de 2000, cuando uno de estos aviones se estrelló poco después de despegar en París, cobrando la vida de las 109 personas a bordo. El último vuelo comercial de un Concorde tuvo lugar el 26 de noviembre de 2003, con el avión apodado Delta Foxtrot, que ahora descansa en Aerospace Bristol, un museo de aviación ubicado en el oeste de Inglaterra.